Miles de muestras de ADN de la extraordinaria riqueza biológica de este archipiélago, desde las formas de vida más grandes hasta las más microscópicas, se almacenan ultracongeladas en el Centro de Ciencia de Galápagos. Además, con el proyecto Barcode (código de barras), sus investigadores crearán una base de datos genética de esta gran biodiversidad.
El tesoro genético de las Islas Galápagos (Ecuador), que contiene la información de su fascinante biodiversidad, se encuentra a salvo en un biobanco donde se almacenan miles de muestras de ADN de todo el archipiélago, considerado un laboratorio natural en el que Charles Darwin desarrolló en el siglo XIX su teoría de la evolución de las especies.
En ultracongeladores a -80 grados centígrados, dentro de las instalaciones del Centro de Ciencia de Galápagos (GSC, por sus siglas en inglés), está concentrada parte de la riqueza genética de las también llamadas "Islas Encantadas", desde las formas de vida más grandes hasta las más microscópicas.
"Cualquier muestra que nosotros tomamos es un recurso valiosísimo", cuenta la investigadora Diana Pazmiño, directora del biobanco del GSC, que regentan la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y la Universidad de Carolina del Norte (UNC) en Chapel Hill (Estados Unidos).
"Lo que otros ven como un líquido en un simple tubito, para nosotros es oro, porque a largo plazo esto nos puede ayudar a responder muchísimas preguntas", indica Pazmiño.
El banco va creciendo con las muestras que van recolectando los 60 proyectos de investigación que se realizan en el GSC, situado en la isla de San Cristóbal, la más oriental del archipiélago, a unos mil kilómetros de las costas continentales de Ecuador y declarado patrimonio natural de la humanidad por la Unesco en 1978.
Muestras de especies en peligro
Las muestras más preciadas son aquellas de especies en peligro crítico de extinción o de lugares de difícil acceso como las islas occidentales o las profundidades del océano.
Es el caso del cormorán de Galápagos o el pingüino de Galápagos, que se encuentran en ámbitos muy restringidos de difícil acceso, o el tiburón martillo, una especie altamente amenazada de la que se tienen varias muestras recogidas en el transcurso de los años, lo que servirá para analizar patrones evolutivos.
Así, cualquier investigador puede tener un acceso sencillo a una amplia muestra de estas especies.
"Es un interés no sólo científico, sino de lo que puede representar el recurso genético para el país. Ecuador es un país megadiverso, y una de estas diversidades es la genética", comenta Pazmiño.
Una biodiversidad única
"Y estas especies tienen poblaciones diferentes en distintos lugares de Ecuador. Eso lo vemos mucho en Galápagos. La diversidad genética que vemos en las islas no la encontramos en otros lados en el continente, y por eso es muy valioso preservar estos recursos", añade la investigadora.
Entre los proyectos que nutren al biobanco, uno de los más importantes es el Barcode (código de barras), una iniciativa que busca crear una base de datos genética de la biodiversidad de las Galápagos a partir de la secuenciación del genom a de al menos 5.000 muestras de diferentes tipos, tanto de suelo como de agua, plantas y animales vertebrados e invertebrados.
"Hay tantas cosas todavía por descubrir... como parte del proyecto 'Barcode' se acaba de describir una nueva especie de hongo para la ciencia, que se encontró a partir de estas tomas de muestras de suelos", destaca Pazmiño sobre un hallazgo cuya publicación está próxima a salir.