Como os contaba esta mañana, hoy me he hecho el test O’Sullivan. Entro dentro del grupo de embarazadas con mayor riesgo de diabetes gestacional, por lo que tenía que hacerme esa curva glucémica en el primer trimestre y no en el segundo como la mayoría.
La verdad es que iba un poco predispuesta contra esa prueba: mi amiga Mamigatuna entraba también en el grupo de riesgo por el mismo motivo que yo y finalmente dio positivo, y la verdad es que tengo la sensación de que voy a pasarlo regular si tengo que hacer una dieta estricta. Sea como se, solo el tiempo dirá si tengo o no diabetes.
La prueba fue así: llegué al centro de salud y me hicieron la primera extracción de sangre, me dieron el suero glucosado y me indicaron que me sentara en la sala de espera, me lo tomara lo antes posible y no me moviera salvo que tuviera necesidad de ir al baño. El suero era sabor naranja, e imagino que habrá a quien le guste, pero a mí me costó mucho tomármelo. Había ido en ayunas, estaba muerta de hambre, y a mí, que el dulce no me gusta nada y me levanto siempre con ansias de desayunar salado, aquel líquido empalagoso me supo a rayos. No sé si era el sabor del suero o el efecto de esa repentina sobredosis de azúcar, pero la verdad es que pasé un buen rato con náuseas. La hora de espera se me hizo muy larga, menos mal que mi marido estuvo pacientemente a mi lado dándome conversación. Finalmente, con una segunda extracción de sangre terminamos la prueba.
Ahora solo queda esperar a ver qué tal salen los resultados. ¡Y mañana, la primera ecografía!