
Editorial: Círculo RojoPáginas: 406ISBN: 9788490505281Precio: 18,00 €
Sinopsis:
Un grupo de arqueólogos, dirigidos por el prestigioso profesor Leyton Hicks, descubren por casualidad una cámara oculta en unas excavaciones realizadas en la ciudad de Estambúl. Dicha cámara lleva sepúltada 1600 años y dentro esconde lo que Hicks considera un tesoro sin precedentes; restos de tablillas, mapas en piel de oveja, papiros medio rotos, y rollos de pergamino escritos tanto en griego antiguo, como signos egipcios, y otro idioma que Hicks no reconoce. La cámara podría pertenecer al encargado de la biblioteca de Bizancio (más tarde Constantinopla), un judío alejandrino llamado Ben Yosser, que podría haber trasladado y ocultado parte de documentos de la biblioteca de Alejandría antes de su total destrucción.
Hicks consigue reunir en torno a él un grupo compuesto por algunos de los mejores especialistas del momento para que le ayuden a descifrar aquel misterio. Pronto descubren que las legendarias obras de Platón, Timeo y Critias, sobre la Atlántida podrían tener más de verdad que de mito. El revuelo del inicio hace que otros con poderosos intereses también deseen averiguar lo descubierto por el grupo de Hicks, lo que pone a estos en serio peligro.Alex Ventura es uno de esos especialistas que trabaja para Hicks, y para un tranquilo profesor de universidad su vida dará un vuelco total, y lo acercará casi a cumplir un sueño que tenía desde niño; probar la existencia de la Atlántida.
Es una aventura que nos llevará a lugares lejanos, nos acercará a un pasado muy remoto, y sacará lo mejor y lo peor que llevamos dentro.
Opinión:En primer lugar destacaré que el Testamento de Atlantia ha sido uno de los libros que más extraños me han resultado a la hora de leer. No porque el libro lo sea, sino porque, sin ser un mal libro, me ha costado muchísimo leerlo, hasta el punto de llegar a odiarlo a ratos. Esto se puede deber a que no pertenece a un género (o géneros) que me gusten o que yo suela leer a menudo. Por lo tanto mi opinión sobre él está totalmente condicionada por este hecho. Vayamos por partes.
Nos encontramos ante una historia de aventuras, que viaja constantemente entre la realidad histórica y la ficción, y que adopta en breves ocasiones pequeños toques de novela romántica. En pocas palabras, una mezcla de varios géneros.
Nos narra las aventuras de un grupo de arqueólogos, a los cuales dirige Leyton Hicks, que se sumergirán en una investigación que les supondrá algo más que un simple trabajo, a causa del cual algunos de ellos perderán a su pareja, a su trabajo anterior… Tras el que parece un importantísimo hallazgo, que puede conducir a probar la existencia de la Atlantia, este grupo será el encargado de ir traduciendo y desentrañando una serie de códices, el “Códice de Tzer” (que podremos ir leyendo, lo cual me pareció realmente interesante y enriquecedor para la historia). Este códice relata los últimos años de una civilización anterior, y éste guiará a nuestro grupo en sus investigaciones y les aportarán valiosa información. Sin embargo, el Códice de Tzer no es el único libro: existen cuatro libros, en cada cual se va narrando la historia de la humanidad, incluso de mundos anteriores al nuestro. El Códice de Tzer alberga en su interior pistas para encontrar los primeros libros, y ese será el reto que afrontará nuestro grupo de investigadores. A todo esto hay que añadir la existencia de una “secta” que ansía recopilar esos libros, así como asesinos, espías y demás interesados en hacerse con los valiosísimos libros, los cuales perseguirán y pondrán las cosas difíciles a los protagonistas.
Hablando de protagonistas, aunque parece que el español Alex Ventura es el protagonista de la historia, nunca he sido capaz de reconocerlo como tal. Realmente, todos los personajes de este libro me han parecido demasiado planos. A mi juicio, es imposible empatizar, coger cariño, odiar, admirar… a ninguno de ellos. No se llega a profundizar en ellos. Alex no es especialmente carismático. No es especial, lo cual le convierte en uno más de los muchos personajes que aparecen en la historia. Pesa muchísimo a lo largo del libro la ausencia de un buen protagonista, pienso yo.

"Y alguien nos despertó. Era... no sé como describirlo, eran dos seres con cabeza de carnero, lengua bífida, y nos hablaban sin mover ningún músculo de su boca con forma de hocico. Era tan antinatural que a mí se me heló la sangre. A Steven le dio un amago de infarto..."
Además, a lo largo del relato aparecerán constantemente cambios de historia y de lugar, lo cual a mi me hacía perderme. Como ya dije, el hecho de que los personajes sean tan planos hace que ninguno destaque ni se caracterice por nada, y a mí se me hacía complicado diferenciarlos (hasta que no pasé la mitad del libro era incapaz de diferenciarlos). Tanto cambio de escenario y de personajes prácticamente en cada página me descolocaba totalmente, no era capaz de centrarme en la trama, ni relacionar todas las historias entre sí. Este aspecto me pareció bastante negativo.
Como punto álgido de la historia, señalaría el descubrimiento de una cámara oculta por parte de tres de los investigadores, fue el momento en el que más disfruté (aunque no es un momento especialmente impactante). Realmente, es un libro muy “pasivo”, calmado o hasta monótono. Prácticamente no hay acción, de ahí que un hecho tan simple como el descubrimiento de la cámara oculta haya sido mi momento favorito del libro, ya que es un hecho donde no ocurre nada especialmente interesante. Pienso que el libro transcurre con demasiada lentitud. Seguramente podría haberse escrito la misma historia en muchas menos sin perder detalles, ya que muchas situaciones no aportan nada importante, ni siquiera interesante a la historia. Esta misma historia, contada en unas 250 o 300 páginas hubiese ganado agilidad y por lo tanto sería más amena, repito, siempre desde mi punto de vista.
Otro aspecto que no me ha gustado especialmente es el hecho de introducir matices románticos en la historia. Se hace un breve seguimiento de la vida sentimental de Alex, pero a mi parecer esto se sale totalmente de la historia y la temática y no aporta nada más que un relleno vano al libro. Sentía que las historias sentimentales de Alex con las mujeres de su alrededor estaban totalmente fuera de lugar (incluso admito haberme saltado un par de párrafos que hablaban sobre esto). Este tema podría haberse omitido perfectamente y la historia no habría perdido nada de interés.
En cuanto al lenguaje, resulta sencillo, lo cual se agradece teniendo en cuenta la pesadez del libro. Me ha gustado mucho la forma de narrar de Jan Alan, a pesar de esos detalles que no me han gustado (personajes planos y demasiados saltos en el espacio).
Es posible que yo no haya disfrutado del libro debido a que la temática de este no me resultó atractiva desde el principio, además de que, como dije al inicio, el conjunto de temas aventuras-historia-investigación no son para nada los que me suelen gustar ni los que suelo leer. También es muy probable que mi desconocimiento sobre muchos aspectos relatados en el libro haya hecho que me perdiera en él. Admito que no he disfrutado del libro, salvo contadas ocasiones, pero sin duda lo recomendaría a todos aquellos que gusten de los libros de investigación, descubrimientos, lugares históricos y sobre todo aquellos que se sientan atraídos por la mítica Atlantia. Estoy segura de que disfrutarán muchísimo del libro.