El Mundo al revés.
Por Luis García Miró Elguera. (Diario Expreso).
EL TIEMPO DE KEIKO.
Extraño el reciente juego del fujimorismo. Ataca al Apra y a la vez pide cambio de gabinete. Suerte de aislacionismo premeditado con el gobierno por el frustrado indulto al ex mandatario Alberto Fujimori
–tema manejado con los pies por el presidente Ollanta Humala–, y asimismo un clarísimo ánimo de desquite hacia las tiendas políticas, porque lo dejaron abandonado a su suerte en aquella cruzada.
Jaime Yoshiyama, el poderoso estratega de Keiko, fue enfático a la salida de la reunión que sostuvo con el primer ministro, Juan Jiménez, encabezando la delegación de su partido. Criticó duramente “el alto grado de improvisación y la falta de decisión” de la gestión Humala. “El país percibe –dijo– que en la conducción del gobierno existe ambigüedad y falta de visión clara y de autoridad. Se observan marchas y contramarchas. Dijeron Conga va y no fue; Repsol va y no fue; la minería ilegal no va y fue. Por eso hemos planteado el cambio de rumbo del país a través de un cambio de gabinete ministerial, como primer paso”, concluyó.
Tras haber perdido la presidencia del país –por el putch de última hora de Toledo y Vargas Llosa a favor de Ollanta Humala– Keiko Fujimori y su gente mantuvieron un perfil bajo. Hasta que empezó a moverse el asunto del indulto, cuando el jefe de Estado lanzó una señal que creó expectativa en el movimiento fujimorista. “No he recibido un pedido en ese sentido. Si la familia lo hace, me pronunciaré”, fueron las curiosas –aunque esperanzadoras– palabras de Humala. A partir de allí, Keiko y compañía empezaron a mover el ambiente político para conseguir el perdón presidencial de su líder-fundador. El camino emprendido fue tortuoso. Finalmente desembocó en desengaño total, por culpa de un jefe de Estado que innecesaria, inconvenientemente meció durante un año al país y, en especial, al fujimorismo. Ello produjo que esta agrupación adopte un temperamento más bien errático. Hasta hoy que ha sacado la espada de Samurai blandiéndola a diestra y siniestra.
Cierto que parte del zigzagueante escenario actual son las elecciones de 2016. Es probable que Keiko adopte una vía novedosa, golpeando al oficialismo y a los demás partidos para provocar reacciones que le permitan estructurar una mejor estrategia electoral. Pero existen interrogantes. ¿Keiko será la futura cancerbera de Alan García y de otros líderes políticos, hasta ahora fiscalizados por el humalismo? De otro lado, este gobierno quedaría sin mayoría congresal ante una posible quiebra de su alianza con Perú Posible por los enredos toledanos. En esa encrucijada, ¿hasta qué extremo seguiría debilitándolo el fujimorismo? Mientras tanto, el juego de Keiko y los suyos –tampoco parece que estuviera muy unido el partido– amenaza generar un ambiente complejo, de magnitud desconocida.
FUENTE: DIARIO EXPRESO. http://www.expreso.com.pe/el-mundo-al-reves/el-tiempo-de-keiko