Hoy he pasado algunas horas montando cajas ya que nos mudamos en unas semanas.
Es curioso como siempre creemos que no tenemos tanto, y cuando empezamos a meterlo en cajas, descubrimos cuánto tenemos en realidad.
En los últimos 6 años hemos hecho 5 mudanzas, 6 con esta… y de ellas, dos han sido internacionales. Spoiler alert: no son una fiesta . Con cada una de ellas, dejamos algo atrás, y pesar de ser tan trabajosas, tienen algo bueno. Y es que sirven para darnos cuenta de aquello que realmente importa.
Al final la mayor parte de las cosas que se guardan provienen de nuestros armarios (ropa, zapatos, accesorios); tecnología; entretenimiento; cocina, baño y decoración de la casa. Y bueno si tienes muebles y electrodomésticos grandes pues más. Puedes tener más o menos cosas según el tiempo que hayas pasado en un lugar, y tu apetencia por las compras, pero más o menos se clasifican en las áreas anteriores.
Fuego, Fuego
Cada vez que escucho en las noticias una catástrofe por la que vecinos han tenido que evacuar sus casas sin poder coger nada o solo aquello primordial, me invade una gran pena. Y no solo por pensar en perder tu hogar y tus pertenencias, sino por los recuerdos. Por todo aquello que dejas atrás en un abrir y cerrar de ojos y de lo que no puedes despedirte.
Ese cuadro que había pintado alguien especial para ti, ese videojuego de tu infancia, un collar que significaba mucho… rara vez pienso en cosas caras. Porque al menos para mi, importa aquello que no tiene un precio asociado.
Vivimos en una sociedad capitalista donde todos queremos tener de todo, y yo tengo un iphone y escribo desde un Mac, así que no quiero darle lecciones a nadie. Sé muy bien que soy materialista en ese sentido, pero sí es cierto que con los años cada vez quiero menos, y que lo que tenga me aporte de algún modo. No acumular «for the sake of it».
Dumbita tiene poco que llevarse, con tener comida, cariño y juego, será feliz allá donde vaya.Get rich quick
Pero Irene, si esto es un blog de finanzas… ¿por qué vuelves a desviarte del tema? Bueno pues porque viene a colación, espera.
Cuando digo que trabajo en la industria del trading, la mayor parte de personas se imagina al típico trader montado en un Ferrari, Tesla, Aston Martin, Porsche… el que te apetezca. Delante de una gran casa, con los brazos cruzados, o mejor aún en Thailandia mientras toma un cocktail fluorescente.
Y aunque no digo que esto no se dé en ciertos casos, en la mayor parte de veces no es así. Pero no me refiero solo a que pocos ganen… pues esto ya es bien sabido gracias a los gigantes descargos de responsabilidad de brokers «80% de las cuentas pierden dinero».
Me refiero a que en los casos de aquellos o aquellas que pueden realmente vivir de ello, en casos tienen una gran riqueza, pero esta no tiene por qué estar relacionada con algo material.
La subjetividad de la riqueza
Cada persona tiene una definición de la riqueza. Y aunque en general suele relacionarse con los bienes y dinero, comprende muchas cosas.
Quizás porque he cumplido 30 este año y veo las cosas con más perspectiva, antepongo la salud a casi todo
- Salud
Gozar de salud es la riqueza más grande que podemos tener. Sin ella, todo lo demás no importa. Y podrás decir… bueno el amor es más importante, y puede. Pero amar y ser amado cuando luchas por tu vida, es muy triste, y sobre todo para los que están a tu alrededor.
- Tiempo
Si hay algo que compite con la salud es el tiempo. Y aquí quiero incidir mucho porque es algo que veo día a día y que llevo por bandera en mi trabajo. De qué sirve ser exitos@ en el trabajo si careces de tiempo para disfrutar con aquellos que te rodean, de socializar, hacer deporte, viajar o descansar.
Veo constantemente a personas exitosas que a penas tienen tiempo de dormir o de disfrutar a sus familiar y siempre que puedo intento hacerles ver que no tiene sentido. Quizás yo nunca llegue tan alto profesionalmente por ello, pero es que para mi es bajar de escalón.
- Alegría e ilusión por vivir
A cada cual que añado, dudo más de su posición y de si subirla en el ránking pero no es mi intención aquí hacer una nueva pirámide de Maslow. Es que lo anterior igualmente no sirve si no tienes alegría ni ganas de vivir. Y aunque parezca una tontería que lo recalque no lo es. Y no lo es porque veo a mucha gente que trabaja intensamente pero que no disfruta la vida ni su trabajo.
Gracias al teletrabajo, voy a la oficina una o dos veces en semana máximo. Pero cada vez que voy, voy con ilusión. Tengo muchas ganas de compartir tiempo con mis compañeros, de trabajar codo con codo y por qué no, tomarnos una cerveza después del trabajo o durante .
No vivo en el país de la piruleta, y por supuesto hay épocas duras y más estresantes, pero si en general no tuviese ilusión cuando voy a grandes rasgos, sería para mi el momento de cambiar.
¿Entonces me hago trader o qué pasa?
Pues bueno haz lo que te dé la gana, quién soy yo para decir nada. Pero si desde luego te quieres meter en el mundillo este, y concretamente ser trader profesional… hazlo por tu «libertad», por ganar más tiempo en tu vida; por hacer algo que te guste, y que mientras tanto mantengas tu salud o la mejores.
Y no he metido el amor porque entonces se alargaría muuuuucho más esta reflexión, pero quería dejar estos pensamientos plasmados porque veo mucha falta de lo mencionado, y me da pena.
Quien me conozca un poco sabrá que adoro a Jim Rogers (a quien espero volver a entrevistar pronto), porque es un ejemplo fantástico de lo anterior.
Se mató a trabajar durante 10 años con George Soros eso sí, pero lo hizo porque le apasionaba. Descubrió Wall Street y desde entonces sabía claramente lo que quería en la vida. Sigue siendo su pasión, y gracias a ella a dado la vuelta completa al mundo varias veces y viajado a infinidad de países.
Su caso es la excepción que confirma la regla, pero me gustaría que fuese admirado por aquell@s que desean adentrarse en esta profesión tan variopinta. Y que dejaran al lado la idea del Tesla.
Una pajarita, millones de experiencias en su espalda, y una gran ilusión por vivir y aprender. Porque lo material puede alegrarnos en ciertos momentos, pero lo único que realmente poseemos es tiempo en este mundo… y no mucho.