¿Por qué si la vida es tan corta, hacemos tantas cosas que no nos gustan y tan pocas cosas que nos apasionan?
Hace poco fue mi cumpleaños. Como dicen por ahí: "Estoy en una edad en la que estoy demasiado viejo para buscar trabajo y demasiado joven para morir". Esta parece ser toda una cuestión existencial, pero vista con calma, tiene más de las socorridas enfermedades sociales de las que tanto he conversado en el blog.
Finalmente ¿Quién es el que pone el límite? ¿Quién juzga eso? Pues todos nosotros, el colectivo. Todo esto se ha convertido en una costumbre. Un laptop comprado hace tres años es viejo, así funcione perfectamente y así los nuevos hayan evolucionado muy poco. Lo mismo parece ocurrir con todos nosotros: nos hemos acostumbrado a tratar a los demás y a nosotros mismos como material desechable, como bienes consumibles.
Entonces, si eres muy joven no te emplean porque no tienes experiencia y además te ven como alguna clase vago que no quiere hacer nada salvo tener vida social y perder el tiempo; pero si tienes más edad entonces te ven como un anciano lleno de resabios y que es difícil de cambiar... "Seguro no se adaptará al cambio ni a la dinámica de nuestra [de por sí paquidérmica y complicada] cultura organizacional...".
He escuchado a muchas colegas (la mayoría son mujeres) que hacen selección de personal repitiendo una frase que ni ellas mismas han podido probar... Y no sé qué pasará con ellas cuando lleguen a la edad que detestan (ya les falta poco), cuando no las busquen, cuando se den cuenta de que se han pasado la vida haciendo lo mismo, enquistadas en el mismo trabajo estéril, sin aprender nada nuevo y viendo el mundo en una caja estrecha a través de una rendija... ¡Y lo peor! Pensando que el mundo "es lo que hay" dentro de la caja.
Haciendo cosas que detestamos
Creo que a muchos en este lado del planeta nos educaron en la filosofía del esfuerzo, en la idea de que la vida está llena de "amargura" y que ese es el precio que hay que pagar por los chispazos de satisfacción y gusto que encontramos haciendo aquello que nos gusta. Este es el camino al cielo, la vida "ascética" a través del trabajo ¿Por qué tiene que ser así? ¿Qué sería una vida entera dedicada a hacer eso que nos gusta de verdad?
Sí, también es cierto que el problema es que muchas veces eso que nos gusta no es tan lucrativo. Esa es una realidad que tal vez cueste negar, pero ¿Será que no hemos pensado lo suficiente sobre cómo hacer dinero con lo que nos gusta? Probablemente sí. Hoy existe una avalancha de literatura sobre el tema, muchos ejemplos y vivencias, pero la mayoría hablan del lado bonito de la historia, de cuando ya todo estuvo hecho, pero no de las "noches oscuras del alma" que se experimentan para llegar ahí.
Hay inseguridad, miedos, fracasos, desbalances y muchas nubes adelante, sobre todo cuando tenemos muchas dudas hacia dónde encaminarnos... y mientras tanto el mundo sigue rodando, las cuentas siguen llegando y el dinero hay que seguir consiguiéndolo. Cuando nos dejamos derrotar, volvemos a eso que detestamos, volvemos a esa idea de falsa seguridad.
Haciendo las cosas que nos apasionan
Sí, ese viaje, esas fotografías, esa pintura, esa inmersión de idiomas, ese retiro de meditación... muchas de esas cosas, queramos o no, cuestan dinero. Vivir decentemente cuesta dinero. Así está armada nuestra civilización, aunque haya algunos casos excepcionales por ahí que logran vivir casi sin dinero. No sé qué hacen, pero todavía no se me ocurre cómo convencer a Air France o a Lufthansa para que me lleven gratis de Colombia a Tailandia sin cobrarme un solo dólar... También están los que "celebran la pobreza" en los viajes que hacen y les parece más emocionante lo que se ahorraron que lo que experimentaron.
En todo caso, más allá que el mismo dinero, el punto aquí va del monotemático ciclo de vida de: nacer >> crecer >> consumir >> reproducirse >> consumir más >> morir.
¿Qué te apasiona de verdad? En serio, piénsalo ¿Por qué te apasiona?
¿Y si pudieras dedicarte a eso y solo a eso? ¿Qué harías? ¿Cómo sería tu vida?
¿Harías eso así no te pagaran ni un céntimo? Si la respuesta es sí, entonces vas por el camino "correcto" para ti...
¿Qué te impide dar el paso y decidirte hacerlo? ¿Miedo? ¿Miedo a qué? ¿De dónde viene ese miedo? ¿Qué tan real o imaginario es?
Si la felicidad fuera la paga que puedes recibir ¿Qué trabajo te haría millonario?
Vivir haciendo lo que nos apasiona seguro será una vida de la que ya no tendremos necesidad de volver a escapar, una vida en las que las vacaciones realmente serán un "merecido descanso" y no la tabla de salvación para huir por unos días del hastío; una vida así estará llena de posibilidades, de experiencias, de tensión creativa, una vida vivida así será aquella en la que no sintamos que estamos perdiendo el tiempo, que no se nos están yendo los meses y los años por el desagüe.
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