Tal hecho en sí ya es suficientemente grave; aunque hay otras actuaciones de este gobierno felón, formado por malvados e incapaces, que dejan el asunto de los bulos casi como cosa menor. La nefasta gestión del gobierno de la vergüenza se sostiene no solo sobre mentiras; también sobre sospechas de corrupción no claradas por el presidente y sus ministros; sobre un ingente número de fallecidos que también resulta sospechoso de estar falseado, y sobre la indecencia de una actuación económica que más parece dirigida a enriquecer a unos pocos y arruinar a una mayoría que a socorrer a una población en severo riesgo de empobrecimiento ruina.
Hay ya demasiadas cosas que este gobierno debería explicar algún día ante un tribunal. Pero algunas de ellas se explican por sí solas y se entienden perfectamente cuando alguna de las escasas voces disidentes de muy pocos medios de comunicación las expone con sencillez y datos en la mano.