Revista En Femenino

El timo del Buggypod

Por Karusa @karusa

En general no me gusta hablar mal de nada ni de nadie. Creo que es dedicar tiempo a cosas que no valen la pena, y en estos momentos de mi vida si algo no me sobra es tiempo. Pero es que esta historia ha pasado de castaño oscuro y no quiero que nadie caiga en la misma trampa que yo…¡Menudo timo el del Buggypod!

El Buggypod es una sillita de paseo que se acopla de forma parecida a un sidecar en la mayoría de los carritos de paseo. Se presenta como la mejor solución para transportar al hermano mayor cuando tienes dos bebés seguidos, que es mi caso. En teoría es seguro, práctico, cómodo y ligero. Te cuentan que se dobla con facilidad y no es necesario desmontarlo para meterlo en el maletero. En definitiva, La panacea.

Ya embarazada de C me comentaron de la existencia de este chisme y me pareció la mejor solución a mis problemas. Lo quería. A toda costa. Pero esta historia de amor ya empezó mal. Encargué en julio el modelo barato, pero resulta que para el Bugaboo Camaleon sólo sirve el modelo caro. Así que va y me rajo. Pero llegó septiembre y con él mi pequeño C, así que volví a acordarme que seguía sin tener una solución para llevar a los dos sola. Y ya, el día en que E me abandonó a mi suerte con los dos lo tuve claro: mi solución era un Buggypod. Así que lo volví a encargar. ¡Tiraba la casa por la ventana!

Después de un mes de espera por fin me llaman de la tienda para que lo pasara a buscar, y eso hice, a toda mecha tras colgar el teléfono. En la tienda tardamos una hora y media en montarlo y acoplarlo al Camaleón, que es el cuco de C. Costó sudor y lágrimas, y aunque no las teníamos todas con nosotros decidimos pasar a la siguiente fase, probar el chisme. Así que subimos a R a la silla. Con 20 meses, su forma de comunicarnos que el trasto no le gustaba lo más mínimo fue gritar como un poseso como si le estuviésemos sentando en la silla eléctrica. Ahora lo veo claro, sus razones tenía…¡El niño no cabe! Encima, al intentar reclinar la sillita hacia atrás el pobre se quedaba atascado entre dos barras metálicas que no sé con qué función diseñó el creador de semejante trasto. Mientras escribo este post me siento bastante idiota, porque si me fijo en su web, en las fotos corporativas el Buggypod suele ir sin niño, y en las pocas fotos donde lo hay… ¡¡se ve claramente que no cabe!!! Pero está claro que estas cosas las vemos después. Ya lo dicen: a toro pasado, todos somos Manolete.

Pero bueno, podíamos pasar comprando un chisme en el que R tendría que ir incómodo de vez en cuando. Lo peor estaba por llegar. Empujamos un poco y el chisme tambaleaba como mala cosa. Máxima seguridad por nada menos que 307 Euros. Y ya, para rematar, nos damos cuenta que no se dobla con ninguna facilidad. Es más, es necesario desmontar 2 de sus 3 ruedas para poder doblarlo. Una de las ruedas tiene un accesorio para guardarla en el carrito, pero la otra te la tienes que meter en el bolso, o donde te quepa. Así que, si por ejemplo, tienes que subir en un ascensor te encuentras con el carrito en una mano, el mayor en brazos y una rueda colgada de cada oreja.

Así que no, no cumple con ninguna de las promesas, y encima, cuando se lo dices al fabricante decide que no te va a devolver el dinero…¿Perdón? Pero si ni me lo he llevado a casa! No lo he probado! ¿EN SERIO? Afortunadamente para mí, la tienda donde lo compré ha asumido el coste, y me han devuelto el dinero, pero no puedo dejar de sentirme fatal porque al final fui yo la que me encapriché con semejante armatoste. En fin, a todos los que tenéis un Bugaboo Camaleón y os queréis comprar un Buggypod…¡Advertidos estáis!

Otras que me advirtieron y a quiénes no hice demasiado caso:

- Siendo Madres

- La Alcoba de Blanca

- Foro Telva (Ver segundo comentario)

Buggypod IO

Croquis del trasto


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