La esplendida modelo recordó que no siempre supo aprovechar ese físico imponente y privilegiado: “A los 14 ya tenía tetas, un día me desperté y las tenía. (Oh sorpresa). Fue una etapa muy difícil. Te mirás y ves esos terribles melones (de ahí lo de comer). Lloré mucho, lo padecí. Hoy lo asumo y encontré una veta interesante: mis tetas me dan de comer”, reconoce la modelo. de cuyos melones dieron cuenta en su momento Bill Clinton y fueron también según las malas lenguas el alimento necesario para el crecimiento de Messi.