Revista Insólito

El toque de las campanas

Publicado el 08 marzo 2023 por Monpalentina @FFroi

Cuando, a finales del pasado año, el toque de las campanas fuera declarado, por la Unesco, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en los estantes de mi memoria desapareció el polvo que cubría el recuerdo de los sonidos de las campanas eclesiales, especialmente cuando -en mi niñez y adolescencia- tañían las de Villafrades de Campos y Palencia.

Y ahora, que Alfonso Santamaría ha tenido la feliz idea de recordarnos -en Curiosón- las fiestas, costumbres y tradiciones de nuestra tierra, he pensado que debía sacar a la luz una de aquellas tradiciones -protagonizada por las inolvidables campanas- que se repetía diariamente y tanto nos dice de cómo era nuestro sentir y vivir de entonces.

Se trata del singular Toque del Ángelus cuando, a las 12 de la mañana, en gran parte de los campos y ciudades cristianas -por supuesto las españolas tan marianas- durante unos minutos se detenía la actividad de muchos para, mirando hacía la procedencia de los -por tres veces repetidos- toques de campana y pausa seguidos del alegre repiqueteo, coincidentes con la hora del Ángelus, que rezabamos.

Mientras esto escribo, se avivan mis recuerdos infantiles en Villafrades, cuando el inolvidable sacristán Ventura hacía sonar puntualmente, en homenaje a la morena Virgen de Grijasalbas, las campanas de la Pajarota y después -en mi adolescencia- ocurría lo mismo desde la espadaña de San Pablo.

Y tengo un especial recuerdo cuando, descansando unos días en la Hospedería de La Peña de Francia, donde se abarcan tan amplios campos, el fraile encargado me permitió tocar sus campanas y me emocionaba el saber que eran muchos los charros que estaban mirando hacia la torre, donde me encontraba, dirigiendo al mismo tiempo su oración hacia su querida Virgen morena.

Esta singular costumbre cristiana, muy parecida a la seguida por los fieles musulmanes -mirando hacia La Meca en sus rezos diarios- ha ido desapareciendo en la cristiandad y me resultó muy grato que, a esa hora y al paso por un pueblo leonés, un día volviera a escuchar el familiar sonido de sus campanas.

El toque de las campanas

Una historia de Julián González Prieto


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