Revista Moda

El Tormento de Querer Tener un Pelo Liso

Publicado el 25 marzo 2019 por Encasadeoly

El Tormento de Querer Tener un Pelo Liso
¡Hola! Hoy os quiero hablar de mi mejor amiga. Tiene todo mejor que yo. Parece más joven, es más alta y delgada y tiene un Chanel 2.55 de los primeros creados en 1955. Pero, lo peor de esta injusticia es su pelo, abundante y rizado.
Esta es la eterna dicotomía de todas las mujeres: las que tienen el pelo liso lo quieren rizado, y las que nadan en rizos quieren un alisado japonés.
Volviendo a mi amiga, podría decirse que su cabellera era genial, pero en realidad su vida capilar fue como si te hubieran destinado a galeras.
De adolescente, el primer truco que encontró fue estirar sus rizos en un moño, lo que inmediatamente contribuyó a aumentar locamente su altura, ya de por sí, un poco superior para la generación de nuestra época. Lo peor fue que como mi amiga sufre la misma obsesión perfeccionista de Bree (la pelirroja de Mujeres Desesperadas), decidió limar su moño con una solución casera de agua con azúcar de las que te dejan el pelo como si fueras a quitar el gotelé de las paredes.
Problema: Los chicos a los que conocía sufrían de fuertes arañazos en la cara.
El segundo truco al que recurrió fue intentar alisarse el pelo con cepillo y secador. Recordamos: tiene el pelo rizado con rizos reales. Y en su caso, el alisado vía brushing casero, no existe. Pero, mi amiga no es del tipo de las que se rinden así que su solución fue: "tendré que ir a la peluquería para alisarme dos veces a la semana, aunque eso me costará un ojo de la cara". Efectivamente fue y volvió con el pelo níquel, tieso y rígido, rígido como un bolso Kelly de Hermes.
Problema: la primera noche de discoteca, bailamos, nos divertimos, hizo calor y sudamos. Y lo que sucedió fue que mientras nuestro pelo lacio es refractario, sus rizos hicieron honor a su capacidad de resiliencia!
Desanimada y con el bolsillo vacío su siguiente paso fue cortar por lo sano. Y así apareció un día, con un corte a lo garçon que la hacía aún más sublime. La cuestión es que a los dos días ya le estaba creciendo el pelo y decidió recurrir a la espuma para domarlo.
Problema: Un cabello rizado cuyo propósito en la vida no es abandonarte nunca, incluso cuando lo has reducido a su mínima expresión, la espuma se la pasa por el forro y se dispersa e hincha de nuevo.
Tras estas frustraciones decidió, por fin, lucir su cabellera tal cual vino al mundo. Así estuvo durante muchos años si bien, en ocasiones nos aparecía con seudo-alisados ya que nunca abandonó su sueño de tener un pelo liso.
Y en esta aparente sumisión llegó la solución milagrosa: XTenso de L’Oreal. El XTenso es un producto relajante (en todos los sentidos de la palabra), un alisador profesional que una vez aplicado al cabello lo hace más dócil aplacando su rebeldía, rizos y encrespamiento. Y es como una permanente: dura unos 60 días y solo tienes que cepillarlo un poquito cada día.
Y este era el sueño y peripecias de mi mejor amiga, más alta, más delgada y más rígida que yo. Eso sí, cuando se lo pido, me deja sin problemas su 2.55.
¡Hasta el miércoles!
Imagen superior: "Solo el amor" por Emily Brickel(22,86€)

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