El toro de la vergüenza

Son muchos los actos taurinos que se viven en las fiestas populares de nuestro país. Hasta hoy no había tratado este tema tan a fondo, aunque si haya hablado del maltrato animal, por eso hoy quiero hablar de toros, o mejor dicho, de las fiestas taurinas, poniendo de ejemplo una de las más populares como es la del Toro de la Vega de Tordesillas.

¿Qué se hace en esta fiesta? seguro que algunos os lo preguntaréis, en el Toro de la Vega se trata de soltar un toro perseguido de varios lanceros que lo torturan hasta la muerte, y si, he dicho bien, torturan, aunque muchos digan lo contrario, eso es torturar a un animal. Yo respeto todas las tradiciones y, también decir, que no me considero antitaurino ya que no acudo a manifestaciones ni eventos, pero tampoco acudo a eventos taurinos porque me parece una auténtica aberración lo que se hace con este animal, que aunque no parezca indefenso, en esos casos, lo es.

¿Qué pasaría si en vez del toro fueran las miles de personas participantes de este acto los que fueran perseguidos a base de lanzas?, posiblemente, indignación, una locura, un horror, ¿escalofriante verdad?, como lancear a una persona, ser humana, ¿y a caso un toro no es un ser humano?, ¿acaso los animales son muñecos de feria?

Esta fiesta vallisoletana, año tras año, está cargada de polémica, la misma polémica y por algo será, digo yo. No digo que se tenga que dejar de realizar, porque son tradiciones y hasta ahí es entendible, lo que quiero decir es que se podría buscar una manera en la que no hacer sufrir al animal y menos hacerle sangrar y, aún menos, llevarlo por el camino hacia la muerte. Sé que estas palabras poco van a hacer para poder parar esto y que nos seguiremos encontrando por cada rincón de nuestro país toros que siguen siendo torturados, a saber de que forma, para que unos pocos se lo pasen bien durante unos minutos, pero al menos tengo la conciencia tranquila de que yo no soy y nunca seré partícipe de tales actos.