Revista Ciclismo

El Tour de 1992 (XIX)

Por Rafael @merkabici


Empieza de esta forma el ascenso al Iseran, el gigante del día, y nada más iniciarse sus primeras rampas Claudio Chiapucci ataca con fuerza, con la intención de irse en solitario. En un primer momento responde a ese ataque Arsenio González y Richar Virenque, pero son solamente intentos vanos, puesto que deben dejar marcharse al ciclista de Carrera al poco tiempo. Ahora sí Chiapucci es un uomo solo al comando, como siempre soñó, y su ventaja no hace más que aumentar, hasta el punto de que se sitúa como líder virtual de la general del Tour

 

Por detrás también hay novedades, y vienen del lugar más insospechado. Y es que el joven líder de la carrera, el francés Pascal Lino, se pone nervioso con las noticias que llegan desde cabeza de ruta, y lanza un furibundo ataque con la itnención de defender lo mejor posible su maillot amarillo. Su aceleración deja clara dos cosas: la primera es que el francés no contará para la victoria en el Tour, ya que su propio ataque ha desvelado sus carencias, igual que le ocurrió a Lemond en 1991; la segunda es que está lo suficientemente fuerte como para optar de forma clara al pódium. Sin embargo, en ese momento, hace camino.

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Lemond: el dolor

Lemond: el dolor

También en el grupo hay un ciclista que empieza a darse cuenta de la peligrosidad del asunto, y no es otro que Laurent Fignon. Es en ese momento en el cual el parisino decida jugar su apuesta como gregario de Bugno, después de ver que los Banesto apenas tienen gasolina para más tiempo, y que Indurain va a quedar en pocos momentos irremediablemente solo. Así que Fignon se acerca a Bugno y le dice que se ponga a su rueda, que lanzará un demarraje seco, que él sólo tiene que seguir su rueda, que no le importe si Indurain también lo hace porque serán dos contra uno y además estará Chiapucci por dentante. Así lo hace y su salida del grupo es violenta, fulgurante. En unos cientos de metros mira hacia atrás…Bugno sigue escondido en el pelotón, a rueda de Miguel Indurain. En aquel momento Fignon entiende que su líder jamás ganará el Tour, y que su principal problema no es, precisamente, de piernas.

 

Indurain y Bugno: el ardor

Indurain y Bugno: el ardor


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