Vengo exponiendo desde hace semanas la ponencia presentada en Septiembre del 2015 en el macro del Simposio Internacional de Historia de la Masonería Española; La Masonería Hispano-Lusa y Americana. De los Absolutismos a las Democracias 1815-2015, y titulada LAS «LOGIAS OBRERAS» EN ASTURIAS. LA LOGIA EL TRABAJO DE TRUBIA 1872-1892
http://www.asturmason.net/2016/04/logias-obreras-el-trabajo-de-trubia-1.
http://www.asturmason.net/2016/05/la-logia-obrera-el-trabajo-trubia.html
Ahora entrego una tercera parte en la cual se ven el cuadro de miembros de la logia El Trabajo, que espero ayude a la difusión del trabajo de la masonería en Asturias
La Logia El Trabajo, el contexto geográfico e industrial La fábrica en la cual se inserta la logia El Trabajo, o al menos el tinglado industrial «se halla al pie de la pequeña población de Trubia, situada a 19´57¨ lat. N., y 15´ 27¨ Log O., del Meridiano de Madrid, y a la orilla izquierda del río Trubia, en un valle plano cuya orografía está marcada por el río y las montañas aledañas que apenas sí dejan espacio para el asentamiento de un núcleo poblacional como es Trubia se halle comprimido por dichos accidentes geográficos y las instalaciones industriales, lo cual hace de esta parroquia ovetense, un duro enclave por la humedad y las nieblas».
En ese contexto geográfico, se emplaza un desarrollo industrial de con carácter público y estatal como industria estratégica y dedicada al desarrollo y fabricación de cañones y munición. Su importancia como asentamiento cobra vigencia a raíz de un proyecto político intervencionista que impulsa toda la reindustrialización del país haciendo del Estado un gran empresario y será en ese contexto cuando en 1794 cuando se decide construir una instalación dedicada a la fabricación de cañones en base a dos importantes razones: la primera la cercanía con los yacimientos de materias primas y la flexibilidad de la instalación a lo hora de la producción, y dos, lo idóneo del emplazamiento para que pudiera ser custodiada por una escasa guarnición militar, dado su valor estratégico. Hay que tener en cuenta que el «conflicto ocurrido en la guerra con la República francesa a últimos del siglo XVIII, y la ocupación de las fábricas de arnas de Guipúzcoa y de municiones de Eugeni y Orbaiceta así como las fábricas de San Sebastián por las tropas francesas obligó al gobierno de aquella época a pensar seriamente en trasplantar estas industrias a parajes seguros, y a distritos libres de peligros tan manifiestos como ello suponía para los intereses y seguridad del estado».[1] Esta implantación industrial conllevó la llegada de miles de trabajadores al pequeño núcleo de Trubia, el cual recibió a amplios contingentes de trabajadores especializados o no, provenientes muchos de ellos de emporios industriales como el País Vasco. Dicha emigración, no solo supuso la llegada de miles de obreros, sino el arribo de las familias de éstos, y con ellos toda la cultura obrerista que se daba en aquellos momentos. La fábrica de Trubia, como familiarmente se la denomina, pasó por distintos periodos, en 1808 se «ordenó la dispersión del personal contratado, que se refugiaron en los pueblos de la montaña trubieca y en los concejos aledaños, desplazándose otros trabajadores a Sevilla o Mallorca. Aunque con las guerras carlistas el emplazamiento trubieco cobrará cierta importancia aunque las instalaciones fueran inservibles. Pero será la elección del Mariscal de Campo Francisco Antonio Elorza, beligerante artillero liberal que se levantó contra el absolutismo razón por la que tuvo que exiliarse, lo cual no primó en 1844 en su elección como responsable de la fábrica, sino más bien s estimaron sus conocimientos en el trabajo del hierro, más que sus ideas políticas, lo que relance tal emporio industrial. La construcción de la instalación fabril fue paralela a fabricación del armamento, pasando de este modo tal tinglado industrial a cobrar cierta importancia, tras no pocas reestructuraciones y modernizaciones, que fueron modificando no solo la estructura de la fábrica, sino también la conformación y desarrollo del propio pueblo de Trubia, que debido a la llegada de esa masa ingente de trabajadores, en 1892 sumaba una cantidad no menor a unos 1.100 obreros, trabados en torno al «expansionismo del modelo empresarial estatal de carácter paternalista empresarial» lo que conllevó la existencia de un teatro, un casino, una escuela de idiomas, corales polifónicas y orfeones, escuela de aprendices en la propia fábrica, que a su vez fueron pioneras en España y parte de Europa, sin olvidar la creación de la «ciudad obrera» dentro y fuera del complejo fabril.[2] Una personalidad ingenieril vinculada al desarrollo industrial asturiano como Francisco Gascue Murga,[3] en esa misma época propugnaba organizar economatos, cooperativas y otorgar concesiones a los trabajadores con el fin de concentrar a la población obrera dentro de un esquema productivista, pues no en vano, el desarrollo de la fábrica de Trubia requirió después de crearse la logia, en 1879 el recibo en «dinero y materiales de una cantidad próxima a los 24, 7 millones de pesetas».[4] Pero no todo estaba bajo el control tutela del paternalismo fabril, sino que los obreros también tenían parte en el desarrollo de sus propias redes sociales, así es como Trubia contaba con una activa agrupación socialista asentada sobre un desarrollo ideológico a lo largo de una serie de años, y cuyas acciones se dejan sentir por ejemplo cuando solicitan al Rector de la Universidad de Oviedo, en 1900, que le llegasen como tal los beneficios de la Extensión Universitaria con sus actividades, acordando además «crear una escuela nocturna gratuita con la que Buylla colaboró durante el curso 1900-1901 en el Centro Obrero con sus lecciones sobre la Enseñanza Popular y una conferencia sobre. El obrero en el siglo XIX».[5]
Para ir completando el dibujo social ideológico y religioso en Trubia, indicar que la localidad parece que contó con una pequeña Congregación Protestante en1876 y que vendría, como es de suponer, de la mano de las contrataciones que el Director Elorza hizo por medio Europa, lo cual conllevó a la llegada de técnicos y obreros especializados, inmersos en la práctica de otras confesiones religiosas. La logia El Trabajo de Trubia 1872-1892 De esta peculiar logia compuesta de forma mayoritariamente por obreros, vuelvo a incidir en que hay pocas noticias, puesto que su expediente masónico,[6] es exiguo al tenor de su larga existencia, tal vez esta sea la verdadera razón por la cual dicho taller no haya tenido un mejor tratamiento historiográfico como buque insignia del obrerismo masónico. Lo que sabemos por la documentación existente, es que fue una de las primeras logias fundadas en Asturias, coetánea con la logia gijonesa Amigos de la Naturaleza y Humanidad regularizada esta por el GOdF en Asturias en 1872; en cambio la logia trubieca, se abre también en ese año pero trabajando bajo el amparo del Gran Oriente Nacional de España (GONE).[7] Lo cual la sitúa como una de las logias pioneras en la introducción de la masonería en la región, junto con la logia del GOdF, y se de hacer constar que El Trabajo fue una de las últimas logias en cerrar sus trabajos, se tiene constancia documental de que el taller estaba efectivo al menos para los temas administrativos en 1892. Se tiene constancia de que el levantamiento de columnas se produce el 17 de abril de 1872,[8] y es la primera logia que se coloca bajo dicho auspicio del GONE en la región, y con relación al resto del estado lo manifiesta el numeral de afiliación a la obediencia, que en el caso de la logia de Trubia le correspondió el número 75. A lo largo de su periplo existencial como taller sabemos que de logia simbólica pasó a ser una logia Capitular; [9] y en el tiempo que media entre los años 1880-1888 la logia había cambiado de obediencia, de ahí que en un momento dado se la encuentre bajo los auspicios del Gran Oriente de España, y con fecha del 23 de diciembre 1888 esté solicitando ser admitida en el Gran Oriente Nacional de España (Vizconde Ros).[10] La logia sostiene un baile de pertenencias, muy similar al que se produce en el resto de las logias de la región, en cuanto a estar en una un en otra estructura masónica imperante en suelo español. En cuanto a la documentación sobre su membresía a lo largo de casi veinte años, indicar que es muy escasa, tan solo se disponen de cuatro cuadros lógicos de logia, pertenecientes dos al año 1880, uno a 1882, y otro es de 1889. Analizando las fechas y algunos otros detalles como la datación de la creación de la logia y el estudio de los escasos cuadros lógicos de dicho taller, cabe preguntarse ¿De dónde provenían, al menos los fundadores, de esta primigenia logia El Trabajo?
Puesto que estamos ante una de las primeras logias en establecerse en la región, y siendo tan solo coetánea con la logia Amigos de la Naturaleza y de la Humanidad (GOdF), no se percibe que hubiera posibles trasvases entre ambas, ya que sabemos que algunos miembros de la logia refundada del GOdF en Asturias, intentas recuperar sus grados para poder levantar un nuevo taller, pero ningún miembro de El Trabajo proviene o ha sido iniciado en la logia refundada del GODF en Asturias, por tanto, aquí se abre una gran incógnita ya que ignoramos quiénes y en dónde se iniciaron los primeros masones que compusieron el núcleo fundador de la logia El Trabajo.
A este respecto, hay una cita en el trabajo de Victoria Hidalgo Nieto sobre la Masonería en Asturias, en cuya tabla general de miembros de las logias asturianas, en concreto en lo referido a los masones Ramón y Luis Soler, donde la historiadora les cita a su vez como miembros de la logia denominada Concordia de Avilés, pero esta logia en principio fue más tardía, al menos en lo que respecta a Ramón Soler y a José Soler se les encuentra en un cuadro lógico de la logia avilesina Concordia en 1887, y en 1889 Ramón Soler (Prin) natural de Trubia y con 21 años, ocupa plaza en la logia El Trabajo con el grado de Compañero (2º) por tanto este no es uno de los iniciadores; y José Soler (Campomanes) ¿posible padre del anterior? de 44 años natural de Lérida, tiene el grado de Maestro Masón (3º) , datos de 1889, pero ambos no están en el cuadro de miembros de 1880. Por tanto no podían ser los iniciadores de la logia trubieca. Tampoco se rastrea la posible presencia o cohabitación de los miembros de la logia El Trabajo, en el resto de las logias asturianas, salvo algunos como los Soler, y aquellos otros que como como grados capitulares del REAA, coparticipan en el Capítulo Vigilantes de Asturias.
Otro detalle que conocemos es que los primeros 23 miembros del cuadro lógico de 1880 fueron iniciados entre 1872 y 1873, y tan solo Manuel Tarrazo fue iniciado en 1877. ¿Quién fue el grupo iniciador? Es la gran interrogante
Nombre Profano Simbólico Cargo Logia Cargo Profesión Años en que aparece
Alonso, Antonio Cellini 2º Vgte
2º Vgte 1876
1880 Ajustador 1876-1880
Alvarez, Celedonio Gambetta G.Templo
Orador 1880
1888 Ajustador 1880-18880-1890
Alvarez, Julio Maldonado Portaestandarte 1889 Tornero 1889-1890
Alvarez, Primo Raúl Arq. Decorador 1889 Torneo 1889-1890
Alzueta, Juan Lima G. Templo
2º Experto 1880
1888 Ajustador 1880-1888-1889
Casillas, Camilo Figueras Tornero 1889-1890
Casillas, Eladio Villacampa Dtor. Banquetes 1889 Cilindrero 1889-1890
Casillas, Saturnino Pelayo Tesorero 1888
1889 Ajustador 1880-1889-1890
Diaz, Basilio G. Bruno Tornero 1889-1890
Diaz, Fernando Torrijos G. Templo Externo 1889 Cilindrero 1889-1890
F. Gubieda, Celestino Amadeo Tornero 1889-1890
Fedriani, Servando Marx Venerable
Venerables Adjunto 1876
1880 Empleado 1876-1880-1888-1889
Fernández, Ricardo Julio Limosnero 1880 Ajustador 1880-1888-1890
Fernández Peña, José Covadonga Delineante 1880
Fuertes, Valentín Riego Cilindrero 1889-1890
García, José Garibaldi Forjador 1890
Gastelu, Emilio Lincoln Archivero 1888 Ajustador 1880-1888-1890
Gaztelu. Luis Guillén Delineante 1880
González, Agapito Prim Preparador 1889 Ajustador 1889-1890
Gonzalez, Apolinar Zamora Tornero 1889-1890
Gonzalez López, Luis Cristo Tornero 1890
Granda, Guillermo Epaminondas Secretario 1876 1876
Hevia, Herminio Apolonio Tornero 1889-1890
Iraola. Vicente Roque Barcia Arquitecto Decorador 1888 Ajustador 1880-1888-1890
Larrosa, Ciriaco Arquímedes 2º Vgte 1888 M. Ajustador 1888 (murió 1889)
Lera, Miguel de Sixto Cámara Orador 1876 Cirujano 1876-1880
Longoria, José Aramis Arquitecto Revisor 1889 Comerciante 1889-1890
López, Cenón Prim 1º Vgte
Secretario 1876
1880 Empleado 1876-1880
Lopez, Francisco Sócrates 1º Vgte
1º Vgte 1889
1890 Propietario 1888-1890
López, Ramón Castelar Venerable 1880 Comerciante 1880-1890 V. M. Honor
Miaja, Félix Zaragoza Secretario Adjunto
Secretario Guarda sellos 1880
1888 Ajustador 1880-1890
Miaja, Valentín Victor Hugo Arquitecto Revisor
Maestro Ceremonias 1888
1889 Ajustador 1880-1888-1890
Monuaga, Elías Mazzini Tesorero
1º Experto 1880
1888 Tornero 1880-1888-1890
Ortiz, Antonio Mozart Porta Estandartes 1888 Empleado 1888-1890
Pardo, Salustinao Iris Comerciante 1888-1890
Peláez, Cornelio Ruiz Zorrilla 2º Experto 1889 Industrial 1889-1890
Reguera, José Favila Orador Adjunto 1880 Tornero 1880
Rodriguez, Jesús Peral Tornero 1890
San Martin , Manuel Guzmán Tornero 1880
Sánchez , Andrés Marín Maestro Música 1880
Sánchez, Ramón Pierrad Guarda Templo interno
1º Experto 1888
1889 Ajustador 1888-1890
Soler, José Campomanes 1º Vgte
1º Vgte 1888-1890 Propietario 1889-1890
Soler, Ramón Prim Secretario Guarda Sellos 1889 Empleado 1889-1890
Soria, Luis Numancia 2º Diacono 1888 Empleado 1888-1890
Suarez, Facundo Juan Glez.Río Moldeador 1889-1890
Tamargo; Félix Cortés Tesorero 1880 Ajustador 1880
Tarrazo, Manuel Escalante Galileo Maestro Ceremonia
Orador 1888
1889 Empleado 1880-1888-1890
Vázquez, Antonio Padilla Limosnero Hospitalario 1889 Tornero 1889-1890
Vázquez, Facundo Cabrinety Limosnero Hospitalario
2º Vgte 1888
1889 Ajustador 1880-1888-1890
Vázquez, Ramón Jovellanos Guarda Templo 1889 Tornero 1889-1890
Vidal Costa, Ramón Mendez Núñez Venerable 1888
1889 Empleado 1888-1890
Virto, José Castaños Moldeador 1880
Zuazua, Ceferino Colón 1º Vgte 1880 Ajustador 1880-1888-1890
Zuazua, José Cervantes 1º Diacono 1888 Comerciante 1888-1890
Zuazua, Laureano Guzmán Orador 1880 Maestro Cilindros 1888-1890
[1] SUAREZ MENENDEZ, Roberto, Fabrica de Trubia 1794-1987 Historia y fabricación artística. Carreño, Asturias: Centro de Escultura de Candás. Museo Antón. Ayuntamiento de Carreño.1993
[2] ALVAREZ QUINTANA, Covadonga: «Nacimiento y evolución de la casa de empresa en la Fábrica Nacional de Armas de Trubia». Revista Liño nº 10, 1991, pp 125-150.
[3] http://www.euskomedia.org/aunamendi/62045.
[4] Op.cit, SUAREZ MENENDEZ. Roberto, Fabrica de Trubia... pp.62.
[5] CRESPO CARBONERO, Juan A. Democratización y Reforma social en Adolfo A. Buylla. Oviedo, Universidad de Oviedo.1998.
[6] CDMH. Masonería 739-A-18
[7] L mayoría de las logias de esta estructura (GONE 1868-1895 se articulan a partir de 1866-68, 25 en 1870; y otras tantas en 1781 y luego otras 14 en 1872, entre ellas El Trabajo. Luego este organismo contará con las logias asturianas: Luz Ovetense 1874; Nueva Luz en 1877, La Justicia, Fraternidad, Razón, y Antorcha Civilizadora en 1879 y Amigos de la Naturaleza y de la Humanidad en 1880 y Estrella Benéfica en 1882.
[8] En ese mismo año hubo una primera huelga general en Gijón que afectó a los obreros de la construcción y que se extendió a otros sectores, como los siderometalúrgicos.
[9] Carta de la Respetable Logia Capitular El Trabajo numero 235 dirigida al Gran Comendador Presidente del Supremo Consejo de Gran Oriente Nacional de España del 23 de diciembre de 1888.
[10] Op,cit, HIDALGO NIETO, Victoria. La Masonería en Asturias....Pp. 172, y FERRER BENIMELI, J.A. En su trabajo: Implantación de logias y distribución geográfico-histórica de la masonería española. «Masonería e la España del siglo XIX» 1987, pp.57-216. Indica que las logias asturianas bajo el GONE (Vizconde Ros) fueron con este numeral parte de dicha estructura, lo que no indica son las fechas): nº 32: Luz de Luarca, nº 39: El Trabajo; nº44: Juan González Río; nº 61: Amigos de la Naturaleza.
NOTA: Dentro de 15 días La Logia El Trabajo, y sus Altos Grados masónicos
Victor Guerra García