Revista Opinión
En mis visitas a la Fundación BBVA, encontré esta perla de nuevo trabajo que han publicado.
Un estudio de la Fundación BBVA muestra que la mayor parte del tiempo de trabajo que se produce en el mundo se realiza y consume en los hogares
"Trabajo no es sinónimo de empleo." Esta es la primera conclusión de la investigación de María-Ángeles Durán El trabajo no remunerado en la economía global, en la que muestra que la mayor parte del tiempo de trabajo producido en el mundo no es trabajo formal regido por normas laborales, sino informal o trabajo no remunerado producido y consumido en los hogares.
Junto a las empresas, dos mil millones de hogares en el mundo producen servicios para garantizar el bienestar de sus habitantes. Sin embargo, esta masiva producción no la recogen el PIB ni otros indicadores macroeconómicos de uso extendido. El estudio de la Fundación BBVA -cuyos resultados serán objeto de un libro y varios documentos de trabajo que se encuentran en proceso de edición- contiene un análisis novedoso de conceptos tan relevantes como trabajo, necesidad, calidad de vida, libertad y coacción. En él se pone de manifiesto la constante interacción entre trabajo remunerado y no remunerado, entre hogares y Estado, así como la internacionalización de estos trasvases a través de las migraciones.
El cuidado es una actividad económica esencial en todas las sociedades.
Paradójicamente, quienes más lo necesitan (niños, enfermos y ancianos) son quienes menos pueden adquirirlo por sí mismos a través del mercado. Cada sociedad tiene que elegir el modelo de reparto de la carga global de trabajo sin que el argumento de división sexual, al que históricamente se ha recurrido para adscribir la carga del cuidado a las mujeres, tenga hoy validez legal ni soporte en la opinión pública.
Apoyándose en fuentes de Naciones Unidas, la autora ha estimado la demanda de cuidado previsible a corto y largo plazo en todas las grandes regiones del mundo, así como en los países de mayor peso demográfico y económico.