Lo desafortunado de las primeras impresiones es que muchas veces estas nos engañan, juzgamos a las personas en base a una primera impresión que depende en gran medida de apariencias, de nuestro estado de humor en el momento y el entorno donde nos encontrábamos, todo esto nubla nuestro sentido y no juzgamos con precisión, como resultado muchas veces podemos simpatizar son personas realmente desagradables y rechazar buenas personas.La sociedad no te valora según la persona que seas sino por el perfume y el traje que llevas puesto, tu también inconscientemente valoras a las personas por eso y solo después de mucho tiempo y de ver el lado vulnerable de alguien defines si esta persona te agrada o no, he incluso así no puedes conocer realmente a esa persona, al final de cuentas incluso esa persona ni siquiera se conoce a si misma.Una persona ante la sociedad es el equivalente al valor de sus ropas, eso es así y lo sera por mucho tiempo, ¿que decir ante esto?: Hay dos opciones:
- Trata de ser aquello que le agrada al estándar social si quieres que otros te quieran con el riesgo de perder tu identidad.
- Se lo que quieres ser sin importar el que dirán, seras único pero con ello tendrás que acostumbrarte a la soledad.