Revista Cultura y Ocio

El "tramontana"

Por Benito Sacaluga

Originalmente era un bacaladero de la compañía PYSBE (Pesquerías y Secaderos de Bacalao de España), gemelo del "Mistral", luego transformado en bou "Gipuzkoa". No llegó a incorporarse a la Marina Auxiliar de Euzkadi porque en septiembre de 1936 fue reclamado por el ministro de Marina y Aire, Indalecio Prieto, cuando estaba seleccionado para ser artillado.
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El "Tramontana" operó el resto de la guerra en el Mediterráneo, convertido en un buque muy singular. Se le destinó a cometidos especiales, generalmente bajo dependencia directa del Estado Mayor de la Marina. Durante toda la guerra mantuvo a la mayoría de su primitiva tripulación de PYSBE, que encabezaba Mariano Manresa capitán de corbeta de la Reserva Naval, santanderino; como Primer Oficial iba el lequeitiarra Isaac Echave, con categoría de teniente de navío; de jefe de máquinas, el capitán maquinista Alvaro Arechavaleta, de Erandio; de 2º Manuel Aberasturi, de Arteaga, y de 3º Eduardo Echaniz, de Elgoibar. Más adelante se incorporarían los alféreces de navío de la Reserva: Antón Brouard, de Lequeitio, y Amadeo Uribe, de Busturia. También la mayoría de los subalternos y marinería eran vascos y alguno cántabro.
Prieto reclamó el buque para dedicarlo al traslado de oro del Banco de España desde Cartagena a Marsella con el fin de pagar compras de material militar hechas en Francia. El "Tramontana" realizó cuatro de estos viajes el 12 y 29 de octubre de 1936, el 9 de diciembre y el 10 de enero de 1937, transportando 1.688 cajas con más de 110 toneladas de oro sin sufrir ningún percance. Una vez finalizados los transportes de oro, se dedicó a labores de transporte de guerra, realizando un viaje mensual entre Cartagena y los puertos republicanos del Mediterráneo. En el verano de 1937 se le instaló a popa una ametralladora antiaérea y desembarcó Mariano Manresa, asumiendo el mando del buque el teniente de navío Isaac Echave.
EL Después del verano los viajes como transporte continuaron al mismo ritmo. En el transcurso de uno de ellos, el 14 de octubre, el "Tramontana" fue atacado por el submarino italiano "Galileo Galilei" (CC Alfredo Criscuolo) que, operando bajo bandera española como "General Mola II", le lanzó tres torpedos. El ataque se produjo de madrugada cuando el barco cruzaba frente a Tarragona en dirección a Barcelona, a la altura del cabo de Salou. Dos torpedos pasaron por proa y popa sin alcanzar al barco y el tercero, bien centrado, pasó afortunadamente por debajo.
En febrero de 1938 trasladó a Rosas 250 minas que debían servir para establecer las defensas submarinas del puerto. Durante el mes de junio se le montó en Cartagena 1 cañón Vickers de 101’6 mm. a proa, conservando a popa la ametralladora antiaérea. Nunca llegaría a emplear el cañón en acción de guerra y la ametralladora sólo en una ocasión, durante un ataque aéreo contra Barcelona. En julio fue asignado a la Flotilla de Vigilancia y Defensa Antisubmarina de Valencia, muy mermada por varios ataques aéreos, aunque el "Tramontana" siguió prestando los mismos servicios de transporte entre Cartagena, Valencia y Almería.
El 31 de agosto desembarcó el comandante Isaac Echave y varios tripulantes, reclamados por el ministro de Hacienda para que se presentaran en Barcelona. Más adelante se trasladarían a Francia con Mariano Manresa, el antiguo comandante del buque, para hacerse cargo del tesoro de la República. A ellos se les encomendó conducirlo a México, a bordo del yate "Vita". La tripulación del yate estaba formada por oficiales y marineros vascos y cántabros, bajo el mando del capitán José Ordorika, de Lequeitio, y de Mariano Manresa como administrador responsable de la operación. El tesoro llegó a Veracruz en el "Vita" el 23 de marzo de 1939 y sirvió para auxiliar a los republicanos en el exilio después de la guerra. A Echave le sustituyó en el mando del "Tramontana" el teniente de navío Manuel Hoyos Amenabar de Santurce, que sólo estaría un mes, pues a finales de septiembre tomaría el mando el alférez de navío Amadeo Uribe, antiguo oficial del bou "Donostia" y permanecería en él hasta el fin de la guerra.
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El episodio final de la Guerra Civil en el mar, el abandono de Cartagena por la Flota Republicana, tuvo también nombres vascos entre sus protagonistas. El 5 de marzo de 1939, la Flota se vio obligada a abandonar su base de Cartagena al estallar en la ciudad una rebelión de signo franquista, al tiempo que en Madrid triunfaba el golpe de Estado del coronel Casado. Otros buques también siguieron a la Flota en su salida, como el "Tramontana" y el "Transporte T-C" (ex SAC-2), cargados de personas que escapaban de la ciudad presintiendo el final.
En vista de que la situación no estaba clara, el Jefe de la Flota, decidió no regresar y puso rumbo a las costas de Argelia. Una de las pocas voces discordantes fue la del comandante del destructor "Almirante Antequera", el ya teniente de navío del Cuerpo General Pedro Marcos Bilbao, que pretendió regresar a Cartagena para no abandonar a los republicanos que habían quedado allí, pero el Jefe de la Flota le obligó a reincorporarse a la formación. A bordo del buque insignia, el crucero "Miguel de Cervantes", varios mandos socialistas y el Jefe del Estado Mayor detuvieron a una treintena de marinos, entre ellos al 2º comandante, capitán de corbeta Rafael Menchaca, por temor a que intentaran apoderarse del buque para regresar a Cartagena.
Finalmente la Flota entró en el puerto tunecino de Bizerta el 7 de marzo, después de solicitar asilo para sus tripulaciones. El "Tramontana", el "T-C" y otras embarcaciones lo hicieron en Orán el mismo día, iniciando un goteo de llegadas de buques sueltos que se prolongaría todo el mes. La guerra había concluido en el mar. Muchos marinos vascos fueron a parar a campos de concentración: Marcos Bilbao, Menchaca, Azkune, Uribe, Palacios, Iribar, Agirre, Acha, ... Para ellos empezó entonces el largo camino del exilio.
Fuente: Publicado en guipuzkoakultura. Marinos Vascos en la Armada Republicana. 

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