El duque Gian Galeazzo Sforza encargó a Donato Bramante la remodelación de la iglesia Santa Maria Presso di San Satiro. La parcela no podía ser ampliada en su fondo, razón por la cual el arquitecto renacentista optó por construir un impresionante coro prospettico, un artificio para simular en apenas un metro la profundidad de un coro real.
El espacio físico se dilata con la técnica que los pintores contemporáneos de Bramante usaban ya con gran maestría: la perspectiva cónica. La iglesia se terminó en 1499 y el resultado causó conmoción por su realismo. Hoy es todavía uno de los trampantojos más admirables de una época que los utilizó con profusión. La osadía de Bramante fue hacerlo en la nave principal, el mayor escaparate.
Hemos marcado en rojo sobre la planta de la iglesia el lugar inverosímil donde está construido el coro simulado: la inexistencia de espacio real se compensa con el proyectivo.