EL TRANSITAR A LA NORMA. UN TRÁNSITO EN FAMILIA.
Por José Luis Díaz. Psicólogo.
Como psicólogo y activista mi relación con la comunidad trans es fuerte e importante, no tan solo por descubrir sus historias y escuchar sus confesiones, sino también por el tránsito que me invitan al vivir.
Siempre digo a mis pacientes y amigos; el tránsito no es individual o personal, si bien les protagonistas son ellos y sus cuerpos, el transitar también implica el tránsito de toda su red social.
Un entramado de personas que van descubriendo o redescubriendo a esa amiga, amigo, hija, hijo, sobrino, nieto, vecino. La comunidad social también acompaña ese tránsito.
No es fácil para ninguno de quienes afirman esta red y atrapan la caída del golpe, el tránsito es un proceso vivido en sociedad.
Posiblemente tengo muchas historias que contar, historia que son teñidas por el abanico de colores con los que miramos la sociedad.
A los jóvenes o adolescentes trans, lo primero que les digo es que no nacieron con ninguna alita rota y que pueden volar hasta donde sus sueños les permitan.
Atención acá, no desconozco qué la comunidad trans es quien debe demostrar la mayor resiliencia, muchas veces, colegios y comunidad no reciben información sobre en transitar, por ello mis palabras iniciales refieren a un transitar en sociedad.
Conozco personas trans mayores y otros que asoman sus alas a la sociedad, señalo que no estoy en la vereda más compleja del acompañamiento al tránsito. Más bien me ubico en ese transitar con recursos y apoyo familiar, de ese apoyo donde la madre transita a una leona furiosa capaz de defender a sus niñes.
Como señale anteriormente, transitar es un proceso social donde el respeto, la tolerancia y el valor a la diversidad se pone a prueba, por lo mismo, la formación de profesionales adecuados, pueden amortiguar el impacto del cambio.
Para terminar y una de las cosas que no puede eliminar la cara de felicidad y emoción de les niñes trans es cuando, según ley de identidad de género y ordenanza sanitaria realizamos al final de la sesión el cambio de nombre social.
Lo veo como un momento único de dignidad que es el punto de partida para vivir en libertad.
José Luis Díaz. Psicólogo