El tratamiento del dolor es un derecho de primera magnitud a incorporar en el Sistema Nacional de Salud

Dª. Mª Jesús Montero, consejera de Salud de la Junta de Andalucía, y Dª Mª Jesús Mejuto, consejera de Sanidad y Dependencia de la Junta de Extremadura, repasaron las características y logros de sus respectivos planes contra el dolor, iniciativas únicas y pioneras en España, en un desayuno de trabajo organizado por la Plataforma SinDOLOR.
"Andalucía cuenta ya con 17 unidades de dolor en centros hospitalarios que atienden a personas con dolor crónico. Estas unidades funcionales atienden a aquellos pacientes cuyo dolor tiene una duración superior a tres meses y el 65% de éstos acuden al centro en régimen ambulatorio" destacó la titular de Salud de Andalucía quien añadió que "el tratamiento del dolor es un derecho de primera magnitud a incorporar en el sistema sanitario".
Su homóloga extremeña, Mª Jesús Mejuto expuso los resultados del Programa de Evaluación y Tratamiento del Dolor de Extremadura: "A día de hoy se han realizado 2.500 sesiones docentes tanto en centros de salud, en hospitales, y en centros de atención sociosanitaria. Tenemos tanto a disposición de los profesionales como a disposición de los ciudadanos una asesoría telefónica en la que se han hecho más de 8.000 consultas. Se han atendido a más de 5.500 pacientes nuevos y sólo un 1% de ellos han necesitado técnicas invasivas avanzadas. Asimismo, hemos conseguido que el dolor se incluya como un quinto signo vital dentro de la historia clínica de los pacientes hospitalizados."
En la misma línea, Antón Herreros, director general de la Fundación para la Investigación en Salud (FUINSA), apuntó que "el objetivo de este desayuno es manifestar la importancia que tiene el dolor. El dolor es una obviedad que todos conocemos, pero sigue sin estar bien abordado y tratado. Creemos que es necesario planificar contra el dolor. En este momento en España hay comunidades que están muy preocupadas y otras que ya han establecido planes estratégicos contra el dolor. Es crucial que alguien se preocupe, desde dentro del mundo sanitario, de planificar contra el dolor de una forma organizada. Esto es lo que nos motivó a convocar este desayuno".
Por su parte, el escritor y periodista Baltasar Magro, quien moderó la mesa, señaló que "afortunadamente, existen iniciativas como la Plataforma SinDOLOR que se ocupan de divulgar e informar adecuadamente sobre lo que significa el dolor para todos".
A lo largo de su intervención, la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, Mª Jesús Montero Cuadrado, repasó las bases que constituyen el Plan Andaluz del Dolor, "la primera estrategia en España que pretende abordarlo de forma integral y que permite tratarlo en su prevención primaria, en su detección precoz, así como en su seguimiento y tratamiento para la disminución de su impacto y complicaciones".
"El plan incorpora un enfoque transversal y multidisciplinar que tiene en cuenta los distintos tipos de dolor, otorgándole al paciente el papel de protagonista para que pueda expresar su manera de vivir con él, que es diferente en cada persona". La consejera planteó una interesante reflexión acerca del dolor y las dos principales razones que han llevado a la construcción de dicho Plan en su Comunidad. "Los ciudadanos han cambiado su percepción y se han alejado de una cultura que sugería que el dolor puede paliar algunos defectos o pecados. Hoy simplemente desean minimizarlo".
De hecho, explicó que el recientemente modificado estatuto de autonomías de Andalucía pone de manifiesto "el compromiso de Andalucía en la lucha contra el dolor". "Uno de sus artículos dice que ‘todas las personas tienen derecho a recibir un adecuado tratamiento del dolor". El Plan de Andalucía, donde según la consejera una de cada tres personas padece algún sufrimiento, permitirá que éste se mida de forma sistémica, como la quinta constante vital junto a la temperatura, el pulso, la presión arterial y la frecuencia respiratoria. Asimismo, recalcó la necesidad de formar adecuadamente a profesionales expertos en su tratamiento.
Montero también quiso destacar el papel de la Plataforma SinDOLOR como escenario para poder desarrollar "un debate continuado e insistente a propósito de un tema tan importante como el dolor". Por último, la consejera reconoció que "queda muchísimo por avanzar" pero que la nueva percepción que se tiene en Andalucía sobre él hará que este camino sea más llano.
Por su parte, la consejera de Sanidad y Dependencia de la Junta de Extremadura, Mª Jesús Mejuto, habló del pasado, presente y futuro del tratamiento del dolor en su Comunidad. Recordó a los asistentes que en el año 2002 se creó un grupo de trabajo multidisciplinar para el tratamiento del dolor integrado por 126 profesionales. A partir de esas premisas, explicó la consejera, se comenzó a trabajar en las dos unidades del dolor. Actualmente, la Comunidad cuenta con tres y está a punto de crear otra nueva en Plasencia.
Mejuto precisó que el dolor es "la patología más frecuente de la población" y abogó por la creación de una red nacional contra el dolor. "Es necesario establecer un documento de consenso que se transforme en un programa nacional contra el dolor que contemple, por supuesto, el dolor crónico y lo introduzca dentro de la carpeta de servicio de Atención Primaria y, asimismo, que establezca un protocolo para abordarlo con carácter general del dolor agudo."
Sobre el futuro dentro de su Comunidad, Mejuto destacó que Extremadura comenzará a elaborar el próximo año el nuevo programa del dolor 2012-2020, que seguirá apostando por las unidades multidisciplinares.
Por su parte, Guillermo Castillo, director de la Fundación Grünenthal fue el responsable de clausurar el acto, agradeciendo la presencia de las dos consejeras. Asimismo, subrayó que desea que la Plataforma SinDOLOR sirva para "comunicar e intercambiar estas experiencias, compartiéndolas con todos nosotros y que puedan servir de ejemplo para otras comunidades".
"Cuando pusimos en marcha este proyecto, se nos quedó grabada una idea: considerar el tratamiento del dolor como un derecho humano fundamental, tal y como lo hacen la Comisión para las Naciones Unidas y la OMS. Este reconocimiento lo han apoyado muchas asociaciones científicas y hemos podido comprobar en muchas otras reuniones, tanto a nivel regional, nacional, como europeo, que es una preocupación de los profesionales sanitarios y de los pacientes. Hoy hemos podido comprobar que esta idea aparece claramente en la agenda política y en el estatuto de las comunidades autónomas, lo que supone trasladar un problema manifestado por profesionales sanitarios y pacientes a la realidad política, siendo todo un avance en la lucha contra el dolor", concluyó.