Un médico tratante puede llegar a identificar de forma inmediata a la rubéola, todo ello gracias a los distintos síntomas que el paciente sabrá informar adecuadamente en la consulta. De todas maneras, es recomendable realizar un examen de sangre para evitar diagnosticar erróneamente a la rubéola, ya que han habido casos en los que una escasa erupción en la piel, no necesariamente representa la presencia de esta enfermedad en el organismo; mediante este examen, los resultados podrán indicar si una persona ya padeció anteriormente de la rubéola, algo que de ser así, simplemente dicha persona ya es inmune al virus.
A pesar de no existir un tratamiento puntual para eliminar a la rubéola de la persona que lo está sufriendo, lo que si existe son determinados mecanismos para mitigar los síntomas de la misma; para ello se la considera como si fuese un proceso vital, recomendándose mucho descanso y también aislamiento del paciente de otras personas para evitar contagio masivo y por tanto, una epidemia a causa de la rubéola.
Existen determinados casos que pueden ser considerados como excepcionales y en los cuales se recomienda una visita urgente al médico, algo que pudiese estar presente en los niños, quienes de manera puntual podrían mostrar síntomas tales como:
- Dificultad al respirar.
- Una tos persistente de más de cinco días.
En estos casos se podría sospechar la presencia de la rubéola en estos niños, algo que el médico podrá tratar con antibióticos dedicados especialmente para infecciones bacterianas que pudiesen estar provocando una otitis o neumonía junto con esta rubéola.
Para tomar en cuenta en una infección con la rubéola
Existe lo que se conoce como Síndrome Congénito de Rubéola, algo que lo suelen padecer las mujeres embarazadas y quienes han llegado a adquirir el virus de la rubéola en la etapa de la gestación e inclusive, antes de haber quedado embarazadas. Es importante un tratamiento bajo esas circunstancias, ya que si no se trata de forma adecuada y temprana, el bebé recién nacido podría sufrir algunos trastornos tales como:
- Pérdida de la visión y posterior ceguera.
- Pérdida de las facultades auditivas.
- Presencia de patologías cardíacas.
- Algo de retraso y posterior parálisis cerebral.
- Gran dificultad para empezar a aprender a caminar.
Los bebés que estén padeciendo de este Síndrome Congénito de Rubéola al nacer también presentarán bajo peso, neumonía, diarrea y meningitis. Debido a que en las ocho primeras semanas de gestación del feto este se encuentra en un proceso de desarrollo, dicho período es el más peligroso y el más susceptible para que la infección del virus pueda afectarlo; para evitar esto, los médicos recomiendan a las mujeres que se encuentren preparadas e inmunizadas desde la edad fértil, aunque también se puede optar por un análisis de sangre antes del embarazo para conocer la presencia de anticuerpos y defensas que tiene el organismo contra la rubéola.