
A medio camino entre la ciencia y la innovación estética, los tratamientos basados en biotecnología han marcado un antes y un después en la forma de cuidar la piel. En este contexto, una fórmula poco convencional ha comenzado a generar interés global: los polinucleótidos, extraídos del ADN del salmón.
Su alta compatibilidad con la piel humana y su notable capacidad de regeneración celular han convertido este compuesto en uno de los protagonistas indiscutibles de la medicina estética avanzada. La Dra. Cecilia Arthur, especialista en rejuvenecimiento facial, ha incorporado este tratamiento en su clínica con excelentes resultados.
Qué son los polinucleótidos y cómo actúan en la piel
Los polinucleótidos son cadenas formadas por nucleótidos, estructuras fundamentales del ADN y ARN. En el ámbito clínico-estético, se utilizan versiones purificadas y biocompatibles derivadas del salmón, cuya similitud genética con el ser humano alcanza el 97%. Esta afinidad permite que el organismo los acepte sin dificultad, lo que minimiza el riesgo de reacciones adversas y favorece una integración eficaz en los tejidos.
Su aplicación se realiza mediante microinyecciones superficiales, normalmente en rostro, cuello, escote y manos. Una vez administrados, los polinucleótidos actúan en tres niveles: primero, hidratan en profundidad al atraer moléculas de agua hacia la dermis; segundo, activan la regeneración celular en zonas dañadas o envejecidas; y tercero, estimulan los fibroblastos para que aumenten la producción natural de colágeno y elastina. Esta combinación de efectos ofrece una mejoría progresiva del aspecto, textura y firmeza cutánea sin modificar los rasgos del rostro ni generar volúmenes artificiales.
En términos clínicos, los resultados comienzan a apreciarse a partir de la segunda sesión y se consolidan tras el ciclo completo recomendado, habitualmente de tres aplicaciones. Su efecto tiene una duración aproximada de doce meses, y puede repetirse según las necesidades del paciente y la evolución de la piel.
Beneficios del tratamiento y protocolo en consulta médica
La clínica de la Dra. Cecilia Arthur ha definido un protocolo médico seguro, personalizado y adaptado a distintos tipos de piel. El procedimiento, que dura unos 30 minutos por sesión, se realiza con anestesia tópica para garantizar la comodidad del paciente. Además, se incluye una valoración inicial sin coste, donde se analiza la calidad cutánea, los antecedentes médicos y los objetivos estéticos.
Entre los beneficios clínicamente reconocidos destacan la mejora de la elasticidad y luminosidad de la piel, la atenuación de arrugas finas, la corrección de irregularidades superficiales, y una notable acción cicatrizante en casos de pequeñas lesiones o estrías. Por tratarse de una terapia bioestimuladora y no de relleno, los resultados son naturales, progresivos y sin alterar la expresión facial.
Los polinucleótidos han irrumpido con fuerza en la medicina estética por su eficacia regenerativa y su perfil de seguridad. El creciente interés por tratamientos que respeten la fisonomía y que ofrezcan mejoras reales sin cirugía ha convertido esta técnica en una de las más demandadas para el año 2025.

