Revista Opinión

El trébol negro (Capitulo 3)

Publicado el 13 septiembre 2019 por Carlosgu82

Capitulo 3

Son la 1:20am y el despertador comienza a sonar, otra vez su rutinaria manera de mostrarme una vida de mierda.  La pospongo 10 minutos más, minutos que se van como arena entre las manos, ahora la apago totalmente, me despierto y enciendo la luz, me levanto en medio de este cuarto frio y silencioso, alzo las manos y respiro profundamente, verifico las conversaciones de WhatsApp que no había visto desde las 7:30 de la noche, hora en donde me dispongo a tratar de dormir. Bajo con cuidado sin despertar a mi mamá y a mi hermana, enciendo la luz del baño y me tomo unos segundos antes de tocar el agua caliente que cae de la ducha, los minutos en este ritual son igual de rápidos… demencialmente rápidos.

Tengo que apresurarme a colocarme la ropa y alistar el maletín, en cualquier momento llama la ruta diciendo que en 10 minutos estará, a veces se demora más pero nunca hay que dejar a la suerte este tipo de cosas.

Llama el man de la ruta con su ronca voz: “diez minutos” le digo “ok, gracias”  y cuelga, bajo hasta la sala, arreglo todo y me tomo una aromática, desde afuera el pito de un carro suena y yo abro la puerta y camino rápido, me siento, saludo, firmo constancia de haber tomado la ruta mientras rostros de sueño y aburrimiento se ven en medio de la oscuridad, por las faltas de firmas faltan recoger a dos personas, saco mis audífonos para tener que alejarme de esta realidad, como lo hago siempre con la música, luego de media hora y de haber recogido a todas las personas, estoy llegando a la empresa, son las 2:35am y tengo tiempo para comer algo que mi mamá me tuvo listo la noche anterior. Estos minutos son los más rápidos de todos, antes de las 3:00am (cuando comienzo labor) es cuando los segundos no tienen compasión y cada pulso entre segundo y segundo es como un azote en mi cabeza.

Llegó la hora y el sistema se encuentra totalmente dispuesto a trabajar, menos yo como ser humano, me coloco disponible en este call center para atender llamadas a dar soporte técnico, a los pocos segundos entran las llamadas con casos en los cuales voy dando solución y en los otros preguntando cómo se pueden solucionar.

Los minutos son extraños, bizarros, carentes de sentido, por que el tiempo corre muy rápido en la llamada, pero la jornada es totalmente extenuante y larga.

Como en otros trabajos en los que he estado, me encuentro más afuera que adentro, mi productividad es baja, y solamente espero a que me llamen para que me agradezcan por mi trabajo, que ya conozco la salida.  Por el momento no ha pasado pero sin embargo, psicológicamente me encuentro preparado, ya las anteriores experiencias me han vuelto así además tienen razón por los números y porcentajes que manejo en esta empresa, y eso que solamente trabajo 6 horas en la madrugada.

No me gusta trabajar en lo que he estudiado, esto es solamente una de tantas malas decisiones que he tomado en mi vida. Me encuentro cerca a los 40 y me encuentro trabajando en un call center, la verdad, no me imaginaba que a esta edad iba a estar en este punto, conclusión de mi vida.

No soy casado, ni tengo hijos, y eso podría decir que son mis mas grandes logros para esta edad junto con haber grabado un álbum en la posición de baterista de una gran banda de heavy metal, pero todo eso no da satisfacción económica y aún eso, cuando me acuerdo de dinero, me acuerdo de estar a un pie afuera de la empresa.

Cuando salgo de trabajar, ni siquiera salgo con alegría, salgo aburrido, cansado, siempre pensativo de lo que he hecho en mi vida para estar trabajando en un call center, en mis 1600 pesos para subirme al bus, en pensar en llegar y dormir, pensar que el tiempo no tiene compasión y que nuevamente serán las 6:30 de la tarde, preparándome para tratar de cerrar los ojos una hora después, y la rutina sigue y sigue y sigue y sigue…

Cuando salgo a las 9:00am, es un momento agridulce, obvio que por haber salido es un descanso, pero siempre con esa desagradable sensación existencialista, y cada día que pasa es peor… ¿Qué carajos he hecho en mi vida? … ni mierda, solo sembrar miedo y odio en mí mismo.

Todo porque he sido débil, un cobarde.

Tan sólo si se pudiera viajar en el tiempo, encontrarme de niño y matarlo, el sin duda se dejaría, me preguntaría lo que he hecho y con mayor razón dejaría colocar mis manos en su cuello.

“la vida es un momento y la muerte es para siempre”

Mañana será otro día. Guardo archivo y mañana continuo para bien o para mal.


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