El tren de los huérfanos
Autora: Christina Baker Kline
Editorial: Ediciones B
ISBN: 9788466655194
Páginas: 703
Sinopsis
Vivian Daly y Molly Ayer han vivido, en diferentes épocas, la misma situación. Vivian se queda huérfana tras un incendio en la Nueva York de la Gran Depresión, y es trasladada en un tren de huérfanos a Minessota, donde vive un auténtico calvario de familias de acogida hasta encontrar su lugar en la vida.
Molly, en la época actual, ha vivido también un periplo por diferentes familias de acogida hasta que, obligada a realizar unos servicios a la comunidad, llega a la casa de Vivian para ayudarla a ordenar su desván y revisar sus posesiones. Lo que parecía que no iba a funcionar se convierte en una amistad inesperada.
Reseña de Mustis
El tren de los huérfanos parte de la historia, totalmente desconocida por mí antes de leer este libro, de los trenes que transportaban niños huérfanos desde Nueva York a los territorios del Oeste americano a finales del siglo XIX y principios del XX. La suerte que correrían los pequeños era muy diversa: tanto les podían tocar unos padres adoptivos amorosos como familias que sólo querían explotarlos para que trabajasen en las granjas o cuidando a sus propios hijos. Esta premisa de la que parte Christina Baker Kline es el gran acierto de su novela: utilizar una historia poco conocida y que llama poderosamente la atención. Sólo con leer la sinopsis nos entran unas ganas enormes de saber más sobre aquellos trenes.
Lo malo de tener unas expectativas tan altas es que la decepción puede ser bastante grande también. Y eso fue lo que a mí me pasó. No puedo decir que El tren de los huérfanos no sea un libro entretenido: se lee fácil y rápidamente, y en ningún momento deseé dejar la lectura. Pero lo mismo que digo esto, también puedo decir que me pareció una historia muy, muy desaprovechada, tanto en la parte de Vivian como en la de Molly.
Una historia de la que se podía haber sacado mucho más partido, y que yo esperaba que me conmoviera, he de decir que me dejó bastante fría. Creo que gran parte de la culpa la tiene la construcción de los personajes: Vivian es, quizás, el personaje que tiene más fuerza, aunque tampoco me haya convencido totalmente. Pero, sobre todo, las distintas familias de acogida tanto de Vivian como de Molly parecen cortadas por el mismo patrón; personajes planos, malos malísimos sin ningún trasfondo y faltos de interés.
Aparte de esta escritura demasiado simple también me ha fallado el final: en la narración de Vivian llega un momento en el que todo se precipita y parece que la autora tiene prisa por terminarla. También aquí, a unos acontecimientos de los que se podría haber sacado mucho más partido se los reduce a unos pocos y apresurados capítulos, además de que la parte de Molly al final también se resuelve de una forma simplona y poco creíble en su relación con la familia de acogida.
Uno de los trenes de huérfanos
El tren de los huérfanos es, pues, un libro que recomendaría si buscáis una lectura que os haga pasar el rato, que no sea muy densa y no os dé demasiado que pensar. Si buscáis algo más profundo o que os conmueva, éste no es vuestro libro.
Esta reseña fue publicada anteriormente en Anika entre libros