Revista Cine

El tren del fin del mundo

Por Javier Parra González @xavipargon
*Esta crítica forma parte del proyecto #ElClubDelCinéfilo, grupo para bloggers y redactores de webs de cine enfocado a la mutua promoción de los participantes y realización de proyectos conjuntos.
SNOWPIERCER (Joon-ho Bong, 2013)
El tren del fin del mundo
Con un argumento que podría haber salido de una novela de J. G. Ballard, Jacques Lob y Jean-Marc Rochette publicaban en los ochenta la novela gráfica Le Transperceneige, ambientada en un futuro post-apocalíptico en el que, tras un intento por solucionar el calentamiento global, el planeta entero quedó congelado y con Él gran parte de la humanidad. En el año 2031, el pequeño reducto humano que sobrevivió a la catástrofe vive recluido en un colosal tren accionado por un motor de movimiento perpetuo.
Resultante de la vil condición humana, la división por clases dentro del transporte quedó establecida para mantener el control dentro de una nueva microsociedad claramente estratificada: los acomodados vivirían rodeados de lujos dentro en los vagones más cercanos al motor mientras que las clases más desamparadas lo harían hacinadas en los últimos vagones. Quien controla el motor controla el tren. Y quien controla el tren controla el mundo. Esta será la premisa que vehicule la trama.
Adaptada por el coreano Joon-ho Bong, la primera producción rodada en inglés del director de las magistrales The Host (2006) y Madeo (2009), se convierte en una de las películas de ciencia-ficción más sugerentes de los últimos tiempos. La figura del libertario recae sobre el personaje de Curtis, un Chris Evans en una suerte de rol heroico más oscuro que el patriótico Capitán al que nos tiene acostumbrados. La clase alta, podrida y corrupta, llena de vileza y falta de escrúpulos, se personifica gloriosamente en el papel de la Ministra Mason, una enorme Tilda Swinton caracterizada para la ocasión como una gran guiñolesca villana, esbirro de Wilford, controlador del motor y, por ende, gobernador del tren y la humanidad. Dos bandos irreconciliables dispuestos a todo por luchar contra la injusticia y división de clases por un lado, y preservar su estatus por otro. La eterna lucha de clases presentada en un marco distópico que nos lleva a la reflexión acerca de la condición real del ser humano.
Con una brillante puesta en escena y un reparto de secundarios de lujo en el que encontramos a Jamie Bell, John Hurt, Octavia Spencer y Ed Harris, cabe destacar al tándem de adictos al kronol compuesto por Namgoong Minsu (Kang-ho Song) y su hija Yona (Ah-sung Ko), quienes serán clave en el movimiento revolucionario para aplastar a los poderosos. El conjunto conforma una obra oscura con un mensaje final tan triste como esperanzador, ciencia-ficción inteligente cuyo trasfondo se acerca más a la realidad de lo que parece. Un puro entretenimiento en forma de pequeña joya a descubrir aún para el gran público.
Lo mejor: su genial puesta en escena y el devastador mensaje que conlleva durante todo el metraje. Y Tilda Swinton.
Lo peor: algunos secundarios un poco desaprovechados.
Enlaces a las críticas de los compañeros de #ElClubDelCinéfilo:
- Motel Purgatorio.
- Sanitarium of Culture.
- Cine de Patio.
- Comunidad Raven Heart.
- Deliriosliteraturacomicspeliculas.

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