¿Puede ser malo el trigo?
Es una creencia popular frecuente, que el trigo es malo, especialmente en pacientes con diabetes o diabéticos, o que engorda mucho.
Algunos sugieren que el trigo es una de las causas actuales de obesidad, tras el azúcar o la fructosa.
Sin embargo sólo responde a meras especulaciones, y no a revisiones, publicaciones ni consensos científicos.
El trigo se cultiva en todo el mundo y es el tercer cereal por detrás del maíz y el arroz.
El 95% de la producción mundial se destina a la producción de pan de trigo a partir de la variedad y el 5% restante se convierte en pastas.
Se calcula que el 20% de la energía total de la población proviene del trigo.
Otras variedades como la escaña Triticum monococcum, el farro Triticum dicoccum y la espelta Triticum spelta, se cultivan por la demanda de tiendas especializadas de alimentos ecológicos, herboristerías, etc.
El trigo está formado principalmente por un 50-60% de almidón, 10-13% de proteínas y fibra dietética en igual cantidad: 10-15%, además de otros componentes. Es relativamente rico en micronutrientes, especialmente vitaminas del grupo B.
Mitología del trigo
Algunas prácticas dietéticas de moda como la “dieta paleolítica” o paleo trata el trigo casi como un “opioide”, lo califican de adictivo y sugieren que el trigo tiene efectos adversos, en base a que el almidón del trigo es diferente del de otros alimentos y por tanto se digiere y convierte fácilmente a glucosa, produce aumentos en sangre o conducta adictiva que causa obesidad.