Buenas tardes estimados lectores. Es muy doloroso escribir sobre casos como el que relataré, tristes episodios que a diario ocurren en el mundo, como lo es el asesinato de un ser inocente quien apenas comienza a vivir en esta realidad llena de pseudo seres humanos o, incluso, muchos se podrían considerar peores que monstruos. El domingo 3 abril, de 1999, en plenas vacaciones de Semana Santa, la niña, de 9 años, Katya Natalia Miranda Jiménez, junto con su familia, fue a la Playa Los Blancos, en el litoral salvadoreño. El día anterior a su despiadado asesinato, departió, felizmente, con aquellos que se suponen la aman y la protegen desde antes de su nacimiento, su progenitor, sus tíos y abuelos, todos por el lado paterno. Su madre, Hilda Jiménez, por cosas trágicas del destino, no estaba con ella, pues fue a un retiro espiritual típico de la época . Al amanecer del lunes 4, la gente de los lugares circundantes , fue despertada por la noticia que había un cadáver de una persona ahogada, en las arenas de la playa, la sorpresa de todos, era Katya, quien en una hora nunca determinada de la madrugada, entre el 3 y el 4 de abril, fue sacada del rancho de playa y llevada hasta el lugar donde fue asesinada y se encontró su cuerpecito; por alguien, de manera consensuada, obvio, que pertenecía a la familia. Lo anterior se determinó con las investigaciones realizadas muy posteriormente. Lo absurdo e injusto de este caso es que, a 10 años de su brutal asesinato, aún no hay nadie que esté encarcelado por tan aberrante acto. Para ir desglosando este caso que nos tomará un par de entregas y, también, para que ustedes lo entiendan a cabalidad, específicamente, en aquel lugar estaban: Carlos Mirando, abuelo de la niña, quien( posteriormente se determinó que era su asesino); Edwin Miranda, su padre y, en el plano profesional, era miembro del Estado Mayor Presidencial del Ex Presidente de La República, Armando Calderón Sol (QDDG); Godofredo Miranda, tío de la infante y Sub Jefe de La División de Investigación Criminal de la PNC (Policía Nacional Civil); además se encontraban, diferentes mozos que trabajaban, fielmente, para estos señores muy influyentes y poderosos por sus cargos. El caso, desde los primeros momentos de suceder el crimen, estuvo "plagado" de faltas graves a la investigación de un delito. Antes de llegar a la escena, la Fiscal, de la Subregional del departamento de Zacatecoluca, Estela Barquero Moran, el sitio había sido pisado por varias personas, entre sus familiares y mozos, borrando cualquier indicio que podría dar pistas para solucionar el crimen. Esta es una primera señal de alerta de que existió encubrimiento desde el principio, ¿ por qué si habían personas, sus familiares, supuestamente profesionales en investigación criminal, se pudo haber contaminado la escena del delito?, ¿por qué no se protegió la escena?. Al ver los restos de la infante, la Fiscal Barquero descubrió lo que ninguna madre esperaría, Katya había sido violada pues sus genitales estaban lastimados y sangrando. Más tarde, las investigaciones forenses determinarían que su cabecita había sido empujada contra la arena, muriendo asfixiada; por los rastros de arena encontrados en su tráquea. Antes de este reconocimiento efectuado por la Fiscal, también llegaron dos agentes de la PNC y, en ningún momento, aseguraron el lugar, ¿complicidad o encubrimiento?, ustedes saquen sus conclusiones. A las 10 de la mañana del 4 de abril, la Fiscal Barquero, registró otra irregularidad, esta vez cometida por el abuelo y su padre, se llevaran el cadáver de Katya a un recinto judicial de Zacatecoluca; algo completamente absurdo e inaudito. La pregunta hasta aquí: ¿qué querían esconder?. Hasta este momento podemos sacar una conclusión preliminar: la niña fue sacada del rancho de la playa por alguien de confianza, muy cercano a ella y familiar, con su total consentimiento, alguien en quien confiaba de manera plena; pues ella ni gritó ni se asustó y, de haberlo hecho, todos los que dormían allí hubieran despertado de manera abrupta. Esa misma mañana en que se descubrieron sus restos,las autoridades permitieron algo que hasta un "descerebrado" hubiese evitado: dejaron al padre, tío y abuelo, llevarse las prendas de vestir de la criatura; apareciendo éstas, en los laboratorios de investigación, 28 días después, pero ya lavadas. ¿Qué opinan ustedes de esta última idiotez?, ¿lo habrán hecho a propósito, sólo por encubrir a alguien?. Bueno, amigos de España y Iberoamérica, mañana continuaré con este relato tan conmovedor en el que la justicia de este mi país no estuvo del lado de este inocente angelito, le falló y eso duele en lo más profundo de aquellos que la amaron en vida y hoy, aún después de irse al cielo. Hasta mañana y que tengan un buen día.