EL TRISTE FANTOCHE
Hoy, cuando la desdicha me persigue como un perro que acosa al vagabundo taciturno de la vida mientras compongo un soneto a la luna llena en la noche oscura, sagrada y fría quien revela mis fracasos antes los espíritus presentes como espectadores en primera fila de esta melancolía que carcome mis huesos, sus risas me atormentan, es otra noche de entierro para ellos ,la pena que me aflige sentado desde la acera frente a tu ventana mientras peinas tus cabellos de color negro azabache de los usados por Plutón, esta acción me hace recordar como la arena fina de la playa deslizaba entre mis dedos en mis momentos de infante ,mientras veía árboles y rosas camino a casa, ese es el único recuerdo vago de esta existencia embriagada de penurias y melancolías que no puedo comparar con el instante que tan solo pensar y amarte en silencio me hacen capaz de desdoblarme para estar más cerca de ti y amarte, recuesto mi cabeza del pote de la basura para soñar que sería de mi vida a tu lado mientras disfruto de la cantata de grillos en compañía de alimañas nocturnas, casi soñoliento me despiertan los insultos e improperios de quienes me juzgan por lo que soy y represento para la sociedad, no saben ni entienden que tan solo pensar en este amor de adolescente es la dopamina que me mantiene de pie, siento miedo y no sé de qué, lo he perdido todo, me duele tanto no tenerte, soy casto puro y virgen mientras no te veo.
Te asomas de repente por el ladrido de los perros que en contienda justa lidian por imponer la hegemonía del más fuerte con una hembra de su raza que está en celo y sintió la llamada reproductiva, tus ojos fijos en la escena y en un cuerpo inerte lo son todo para mí, no sé si es por los canes en acción o por el miedo de ver la muerte durmiendo cerca de tu ventana o peor aún lo bizarro de esa imagen de sombra gris adornada por la mugre y el hollín. Estoy vivo o eso creo yo, mas tus intereses van en sentido opuesto a mis ideales. Tertulias no hay solo pena ajena por alguien que termina en la calle a media luz de la avenida del olvido. Me he quedado tan solo buscándote paso mirando la nada, soy humano esa es cosa no lo nota nadie, solo me basta esperar lo inevitable que cierres la ventana y disfrutes de un plácido sueño ese será nuestro secreto, el de la dulcinea del barrio y de su eterno FANTOCHE.