Lo he visto en "El Jueves" y me ha parecido gracioso. Es mezquino, es facha, es pesado y es tremendamente común: El Troll de Internet… discute con el autor de un blog.
Los autores de blogs agradecen loscomentarios de los visitantes, a menos que dichos comentarios vengan del Troll de Internet, ese tocacojones incendiario, fachoso y quejica. Ya sabéis, don't feed the troll, al troll ni agua.
Es que la libertad de expresión llega hasta donde llegan las demás libertades: hasta donde choca con el respeto a los demás. Se puede hacer una crítica o debatir dos posturas opuestas sin recurrir al insulto (velado o no). Y al final es verdad. Muchas veces los trolls son luego unos mierdas.
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