Sólo después de que el último árbol haya sido cortado... Sólo después de que el último rio haya sido envenenado. Sólo después de que el último pez haya sido pescado... Sólo entonces descubriréis que el dinero no se puede comer. ( Profecía india )Pero no mencionaba yo, en el articulo que precede, la voluntad del pueblo, aunque en este caso vaya en contra de su propio monte, que es como tirar piedras a su propio tejado, y darse un tropezón morrocotudo hasta enfangarse del polvo que soltará durante años una mina que sólo dara trabajo y dinero a quien la explote, incumpliendo seguramente el pacto de restaurarla luego. Como se restauró la pradera que se explotó con anterioridad en la misma zona y de la que di cumplida referencia en su momento en estas mismas paginas, siendo director Mariano Valero. Aquel paraje, pastado por el ganado yace hoy desolado y mustio, a pesar del tropezón de la administración que lo bendijo como bueno. ¿Qué nos queda?, se preguntan algunos vecinos preocupados. ¿Cuánto dinero recibe quien lo aprueba? ¿A quién le interesa tanto que devasten su monte? No seré yo quién se lo prohiba, pero cuando la tierra se desarme y el polvo se meta en sus casas, y cuando la lluvia enpuje barro y lodo por todas partes, no llamen pidiendo auxilio. Fueron ustedes mismos quienes lo consintieron y por lo tanto tienen lo que se merecen. Ya veremos el seguimiento que hacen de la reforestación, porque las promesas se las lleva el viento. Imagen y cita vista en Villaraposo