Si, hoy puede que me ponga en plan agorero. Hoy es uno de esos días en los que apetece salir a la plaza con un cajón bajo el brazo (de esos de naranjas pagadas a precios de miseria al que las cultiva, pero ya hablaremos otro día
de eso). Decía que dan ganas de subirse al cajoncito y empezar a gritar, con la cara desencajada, aquello de “¡Arrepentíosssss, arrepentíosss que el fin del mundo está cerca!”. ¿Qué porqué digo esto? Porque bien pensado este podía ser el último post que escribo, y no me refiero a eso de que la Parca puede visitar a uno en el momento menos pensado.
No es que tema acabar entre rejas por escribir fuera de lo establecido porque al final, tal y como se está poniendo la legislación, todos vamos a acabar teniendo algún que otro susto. Lo que temo es que dentro de un par de días, no se si habéis caído, nos despeñamos por el barranco. En USA van a cambiar a un presidente más o menos correcto que nos hizo llorar a todos en su despedida por “ESO” y oye, sus peligros tiene. El mundo se dirige a toda velocidad a la cochambre y el salvajismo, las formas importan y las de este hombre no auguran nada civilizado y nosotros, no vayamos a pensar que saldremos indemnes de las ocurrencias del señor del pelo raro, el “trumpazo” está garantizado en forma de Tweett diario.
Yo era de los que pensaban que no sería para tanto, que habrían dos Trumps, el de la campaña, estilo Jr en Dallas y el otro, más moderado, para el gobierno. Después de estos días de ruedas de prensa en los que sacó a pasear su inquietante dedo devastador, ese que usó para fulminar a los participantes del RealityShow ese que montó. Después ver los vítores al Brexit y sus cuchicheos contra Merkel y la UE (igual razón no le falta) o de asistir atónito al juego raro ese de “Putin si, Putin no” ya soy más de gritar “¡Parad el mundo que me bajo!”. Ya entiendo el pesimismo que destilaba Obama en su despedida, puede que tenga razón. La democracia corre peligro en manos de alguien que no deja preguntar a ciertos medios y se parapeta en el twitter al igual que Rajoy lo hacía en el plasma.
Con Trump vamos a ver algo que pensabamos que no sucedería,la caida del imperio a pedacitos como si les hubiesen volado la “Estrella de la muerte”. El país que se supone más poderoso del mundo ha caído en manos de un tiparraco reaccionario hasta la médula que ha abierto las puertas a la plutocracia. Se ha rodeado de una cohorte de personajes a los que mejor dar de comer aparte; “Perro Loco” en defensa, un petrolero de la Exxon, tiburones varios en finanzas, negacionistas en medio ambiente, creacionistas y así hasta el infinito. Pero eso sí ricos hasta el aborrecimiento, en la mesa del gobierno de USA van a haber sentados señores que, en suma, superan el PIB de algunos paises.
Ya empiezo a pensar que vamos a vivir unos tiempos un tanto ajetreados. Igual deberíamos pensar en aquello del meteorito destructor, por menos sería más rápido e indoloro y no tendríamos que soportar las gracietas de un ser trasnochado, misógino y racista pero al que han votado millones de estadounidenses, deberíamos no olvidarlo . Sólo un consejo, por si acaso, disfrutad de los días hasta la entrada del nuevo presidente. Igual va y confunde el maletín nuclear por una máquina de Jackpot de las Vegas, usa ese dedito regordete y acabamos como El Coyote con un detonador marca ACME. Veremos, con esta gente todo es posible, vigilen su dedo, por favor.