El turrón: ¿es un alimento sano para deportistas?

El turrón es uno de los postres por excelencia de las navidades. De hecho casi todo el consumo de este dulce típico se da en esta época del año.

Para los deportistas, cuidar la alimentación durante esta época del año es muy importante para no ganar peso. A priori el turrón podría parecer un alimento vetado para los deportistas, pero realmente puede encajar perfectamente en una dieta equilibrada.

Pero todo va a depender del tipo de turrón y de la cantidad. Independientemente del tipo de turrón que consumamos, es un alimento muy calórico, por lo que hay que consumirlo con moderación.

El turrón ideal para los deportistas

Los turrones que nutricionalmente con más equilibrados para los deportistas y para cualquier otra persona son aquellos tradicionales.

Los turrones tradicionales, como el del Jijona o Alicante, están elaborados principalmente con miel, almendras, azúcar y claras de huevo. Si analizamos los ingredientes de estos turrones nos damos cuenta de que muchas barritas energéticas específicas para deportistas llevan también esos ingredientes.

Por lo tanto estos turrones tienen una composición que se puede adaptar perfectamente a la dieta de cualquier deportista, ya que aportan una gran cantidad de energía, proteínas y grasas vegetales.

Como hemos comentado al principio, hay que consumirlos con moderación, ya que cada 100 gramos de este producto aporta algo más de 500 calorías.

El momento ideal para ingerir este tipo de turrón es o bien antes o durante la práctica deportiva, debido a que es un alimento que va a aportar una gran cantidad de energía.

Cuidado con el resto de turrones

El turrón tradicional se adapta perfectamente a cualquier dieta, pero si vamos al supermecado podremos encontrar una gran variedad.

Encontraremos turrón de chocolate con arroz inflado, chocolate con almendras, coco, crema catalana, etc.

Debemos fijarnos bien en el etiquetado del producto, ya que este tipo de turrones no están elaborados con ingredientes tan naturales como los tradicionales. Es posible que en su contenido contengan aceite de palma y muchos azúcares refinados.