Sientes que estás a punto de agotar las maneras de abordarlo... Y no hay manera. Se resiste. El tuyo parece ser un objetivo imposible.
Hay noches en las que no duermes. Sabes que cuando amanezca, en lugar de estar más cerca de lo que quieres, estarás más alejado. El tiempo pasa sin apiadarse de tu desesperación.
Sientes que es un objetivo imposible. Pero, ¿lo es realmente?
Esa es la pregunta más importante. Porque, una vez que consideres que luchas por un imposible, no tendrá sentido que sigas esforzándote.
Si aún te preocupas, te desvelas y te rebelas contra el que parece ser tu triste destino, es porque te niegas a cerrar la puerta definitivamente.
Bien. No tienes porqué cerrarla aún, a no ser que estés 100 % seguro de que estás haciendo castillos en el aire.
Recuerda que hay "imposibles" que se hacen realidad
¿Te has fijado? Es raro que no te haya tocado un caso cerca. Haz memoria.
Yo he tenido la suerte de ver bastantes "imposibles" que dejaron de serlo. En el mundo de la discapacidad conoces a personas que fulminan barreras y son un gran ejemplo.
Personas que superan hándicaps que hacen "imposible" desenvolverse en un trabajo normal, tener pareja o vivir de manera independiente, por ejemplo.
Tiene gracia, ¿verdad? Hay objetivos comunes y corrientes para una mayoría, que son difíciles de alcanzar para ciertas personas.
Objetivos difíciles, pero alcanzables
Hay que tener cuidado con las palabras. La palabra "imposible" es angustiosa cuando te resuena en la cabeza y un veneno letal cuando te la terminas de creer
Solo habría que emplearla a partir del instante en el que muriera toda esperanza. Solo entonces.
Mientras tanto, hay otras palabras con las que podrías describir el objetivo: lejano, esquivo, poco probable, muy difícil...
Palabras así, aun cuando te las dicte el pesimismo, dejan una pequeña rendija para seguir respirando... e intentándolo.
Intentándolo, hasta que tengas la confirmación de que la palabra "imposible" está bien puesta. No vas a poder lograrlo y te toca encajar el golpe como buenamente puedas.
Los objetivos imposibles existen
Existen. Y, cuanto antes sepas que son imposibles (para ti), mejor.
Pierdes mucho tiempo y energía empeñándote en cambiar lo que no puede cambiarse. Necesitas buscar otras opciones, maneras diferentes de hacer lo que quieres.
Porque las cosas no tienen porqué conseguirse siempre de una única manera. ¿O crees que sí?
Imagínate que quieres ser padre/madre y tienes la confirmación de que, para ti, es imposible serlo... biológicamente. ¿A que se te ocurren maneras de reformular el objetivo para convertirlo en un objetivo posible?
Hazlo. Si no hay de otra, deja que el listón quede alto, difícil, exigente... Pero, mientras no haya pruebas que te obliguen a considerarlo imposible, elige no perder la esperanza HOY.
Remonta y sigue haciendo tu parte
- Si tienes que replantearte el plan que hiciste en un principio para conquistar el "objetivo imposible", adelante.
- ¿Crees que puedes fortalecer tu compromiso con las pequeñas acciones cotidianas que necesitas hacer para progresar? Bienvenido al club.
- ¿Cómo? ¿Necesitas adquirir conocimientos y habilidades nuevas? No estás solo en esto.
- ¿Modificar tu círculo social para alejarte de quien te recuerda lo que no puedes hacer de continuo?
Es bastante probable que te toque replantearte el objetivo, resituarte y hacer cambios como esos antes de continuar.
Tómate tu tiempo... Y nos vemos en el campo de batalla.
No eres el único "loco" o "loca" que elige seguir adelante sin tener las mejores armas y dudando constantemente de sus posibilidades.
Mientras la palabra "imposible" no sea un hecho consumado, deja de pensar en ella.
Sigue luchando aunque duela. Ganes o pierdas. Llegues entero o a trocitos.
Porque la opción alternativa de dejar morir la esperanza es peor.
Hoy me toca a mí recordártelo. Sé que algún día quizás hagas lo mismo por mí.
Fuente: https://tusbuenosmomentos.com/objetivo-imposible