El Type 41 Royale, el tren de alta velocidad que creo en 1926 Ettore Bugatti

Ettore Bugatti creo en 1926 el Type 41 Royale, un tren de alta velocidad con motor de ocho cilindros en línea de 12,8 litros 300 CV y capaz de alcanzar una velocidad máxima de 200 km/h
Aunque es mejor conocido por sus creaciones automovilísticas atemporales, el espíritu visionario y las innovaciones de Ettore Bugatti trascienden el mundo del automovilismo. Uno de sus mayores logros a este respecto se remonta al majestuoso Type 41 Royale que pasó a dar forma a una nueva forma de viaje de lujo contemporáneo: los trenes de alta velocidad.
Presencia inigualable. Poder prodigioso. Refinamiento sin igual. Cuando Bugatti reveló el Type 41 en 1926, inmediatamente estableció un nuevo punto de referencia. Concebida por el fundador de la compañía, Ettore Bugatti, como un automóvil digno de la realeza, esta obra maestra poseía una especificación diferente a todo lo que había existido antes, y una que se ajustaba completamente a su nombre más conocido de 'Bugatti Royale'.
Con más de seis metros de largo, el Bugatti Type 41 presentaba un extraordinario motor de ocho cilindros en línea de 12,8 litros debajo de su largo capó con lamas. El Type 41 es testimonio de la artesanía por la que Bugatti es reconocida hasta el día de hoy. Tal fue su disposición que el capó requirió dos personas para levantarlo, mientras que la distancia entre ejes del automóvil se extendió por 4,3 metros.
Desarrollando hasta 300 CV a 1.800 rpm, el extraordinario motor Type 41 era capaz de acelerar el Type 41 de 3,5 toneladas hasta una increíble velocidad máxima de 200 km/h. Entre las características avanzadas del motor se encontraban los árboles de levas en cabeza que accionaban tres válvulas por cilindro, cámaras de combustión cada una con dos bujías en lugar de una (una disposición que era mucho más común en ese momento) y un avanzado sistema de lubricación por cárter seco que normalmente se usaba en los autos de carreras. .
El primer modelo de producción, con una elegante carrocería roadster de carrocería, se vendió en 1932 pero, a pesar de las características excepcionales del Royale, no llegó a ser un éxito económico. La Gran Depresión, una crisis económica mundial que se prolongó a lo largo de la década, y sus consecuencias hicieron que los posibles compradores se contuvieran. Hasta 1933 ya se fabricaban seis modelos del coche y 25 motores, pero solo se vendieron cuatro del Bugatti Type 41 Royale.
Aunque muy innovador en todos los sentidos, el Royale y su sofisticado motor ocupaban un lugar muy especial en el corazón de Ettore. Gracias a su mente curiosa que siempre buscaba soluciones geniales, convirtiendo a Ettore en un verdadero vanguardista, las locomotoras Royale que ya se habían producido se modificaron para un proyecto completamente nuevo: Ettore tomó su ingenioso diseño de motor y lo aplicó para transformar la red ferroviaria de Francia con un nuevo tipo de vagón expreso.
Si bien la red ferroviaria nacional francesa tenía, en ese momento, una infraestructura bien desarrollada, no obstante, era operada principalmente por pesados ​​​​motores de vapor. Esta situación se vio agravada aún más por la competencia emergente de automóviles y autobuses, lo que significa que los viajes en tren en Francia necesitaban una modernización urgente. El tren pionero inspirado en Royale de Ettore hizo esto con el máximo efecto, impulsando los ferrocarriles franceses a una nueva era. Al realizar modificaciones de ingeniería precisas e iteraciones técnicas, permitió que el motor de ocho cilindros del Royale se reconfigurara y utilizara en las nuevas unidades múltiples de rieles de cuatro ejes que desarrolló para los ferrocarriles franceses. En solo nueve meses, diseñó y desarrolló el modelo para una nueva generación de viajes en tren de lujo de alta velocidad.
En las primeras pruebas de homologación, la combinación de potencia, construcción ligera y eficiencia aerodinámica del tren hermosamente elegante le permitió alcanzar una velocidad máxima de 172 km/h, un récord para los viajes ferroviarios en ese momento. Sus superficies y formas se optimizaron para la aerodinámica, lo que representa un nuevo nivel de excelencia en ingeniería para trenes que, en ese momento, ya estaba en el corazón del trabajo automotriz pionero de Ettore.
En 1934, una versión posterior se convirtió en el tren más rápido del mundo, estableciendo un nuevo récord de 196 km/h. Un desempeño como este permitió a las compañías de trenes reducir drásticamente los tiempos de viaje, haciendo posibles servicios expresos cómodos y de larga distancia. De repente, los parisinos podrían escapar de la ciudad durante un fin de semana a su país y residencias costeras mucho más rápido.

Los automotores que desarrolló y fabricó Bugatti fueron verdaderamente revolucionarios en términos de aerodinámica y rendimiento. También representaron hitos revolucionarios en términos de estética y usabilidad. Ettore fue pionero en un diseño que dio como resultado el primer tren en colocar al conductor en una cabina específica ubicada en el centro (es por eso que lo llamamos "autorraíl" en francés). Esto permitió al conductor realizar tareas operativas y logísticas con una facilidad, eficiencia y seguridad enormemente mejoradas, brindándoles una visión completa de 360° para evitar cambiar de lugar cuando el tren alteraba su dirección en la terminal.
El estilo interior y la funcionalidad de los trenes Bugatti fueron igual de radicales, lo que permitió a los pasajeros crear un entorno personalizado a partir de un arreglo de configuración totalmente flexible. La configuración permitía que los asientos giraran, lo que permitía a los pasajeros elegir entre mirar en la dirección del viaje o sentarse mirando en la dirección opuesta. Tal flexibilidad permitió a los pasajeros crear un ambiente de sala de estar pequeño e íntimo que mejoró la comodidad y la conveniencia. Al igual que con todas las creaciones de Bugatti, Ettore estaba decidido a que el ambiente estético del interior del tren, y el diseño del exterior, fueran de la más alta calidad para encarnar verdaderamente la filosofía de "Arte, Forma, Técnica".
En total, Bugatti fue responsable del desarrollo y fabricación de 88 trenes. Estos notables logros permitieron a Bugatti no solo sobrevivir a la agitación de la década de 1930, sino también emerger más fuerte, con la expansión de la fábrica para asumir las operaciones adicionales necesarias para la producción y el mantenimiento de los trenes.
De los 88 trenes construidos por Bugatti, hoy solo queda un ejemplo: "Le Présidentiel", que fue uno de los primeros automotores entregados por Bugatti para ser operados por ETAT. Hoy, el lugar de descanso de Le Présidentiel se encuentra en Cité du Train en Mulhouse, dirigido por Sylvain Vernerey. En el museo de Mulhouse se pueden ver más de 150 trenes y máquinas ferroviarias que datan de 1827, lo que la convierte en la mayor exposición de este tipo en Europa que muestra en detalle las muchas épocas y avances en el diseño, la innovación, la tecnología y los viajes en Francia.
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