(Fuente: rtve.es - España)
Las lagrimas siempre se cuelan, algunos acuerdan no hacerlo hasta que no se vuelvan a ver, casi ninguno logra el cometido y se le va un mar de lagrimas que no es más que el recuerdo de una subida a Galipán, unas arepas en Paramacay, unos sándwich de pernil en La Encrucijada, unos perros en cualquier calle del hambre del país. El abrazo entre los que se quedan y el o la que se va empieza a durar un poco más, como los 5 minutos antes de las 12, como una cantada de música llanera en cualquier fiesta, como aquellos apretones que nos damos cuando termina esos viajes memorables que sabemos hacer a Mérida, Caícara, Adícora, Mochima, Gran Sabana, etc.(Fuente: Turaser - Venezuela)
El padre o la madre, para asegurarse de dejar ir a su hijo o hijo refresca la fatídica frase con la que se convenció que lo mejor era que su retoño se fuera: Mejor verlo irse que verlo enterrado. Tras aquello frase se vienen los conocidos que han sufrido diferentes ataques de la delincuencia, los que no tuvieron más oportunidades que irse a otros rincones del mundo, los que no pudieron vivir para contarlo.
(Fuente: Posada Mi Cielo - Venezuela)
Otro abrazo infinito, otra cantada de buenos deseos, otra esperanza de que probablemente a la vuelta de unos años Venezuela podría ser mejor. Quien se va sigue recordando uno tras otro los rincones y momentos que le fue construyendo esta Venezuela que a pesar de su peor momento, sigue siendo un país con gestos amables, con momentos de felicidad pocos pero sorprendentes. Se recuerdan las partidas de truco y domino, las fogatas con guitarra, las escapadas nocturnas a Todasana o Choroni, los nuevos amigos de las colas en temporada alta, las vivencias de un país que siempre tiene una manera de sorprender.
(Fuente: Wikipedia - EEUU)
Suena la voz con papa del aeropuerto pero todos los que están sabe que ese es el vuelo. Ahora si las lagrimas son ilimitadas, ya no hay más que aprovechar y vivir ese último abrazo, ese último momento hasta que se sepa cuando tal vez se puedan volver a ver, cuando salgan los pasaportes, cuando un bolsillo normal pueda pagar un dólar normal, cuando sencillamente se pueda viajar.
(Fuente: Feria de la Chinita - Venezuela)
Se acaba el momento ya el futuro cruzo la puerta, la familia se ahoga en un extraño sentimiento de dolor y tranquilidad, quien se va vive sentimientos similares aunque tiene claro que aquel paso sería el cambio definitivo.(Fuente: runrun.es - Venezuela)
Así se van miles o cientos de miles de venezolanos a probar suerte o verdaderamente a vivir. Todavía cuesta entender porque a muchos oficialistas les da placer aquello mientras la penumbra del país cada vez cubre más a la nación. Preocupa aun más que haya mucha oposición de la mano con la dictadura. Preocupa tantas personales en posiciones y lugares claves aprovechando la maquinita para hacerse rico del régimen mientras el país se desangra en una soledad y una tristeza como pocas veces se ha visto en Venezuela. Preocupa que se deje ir a tanto talento pero sobretodo que se deje ir a tanto país.
(Fuente: La Plazita de Galipan . Venezuela)
Preocupa y entristece…
(Fuente: Primera Clase - Venezuela)