Sobre el libro
Fecha de publicación: Noviembre de 2015
Número de páginas: 547
Sinopsis: Cornualles, junio 1933. Durante la celebración de la fiesta de solsticio en la residencia de verano de la familia Edevane, durante los fuegos artificiales de medianoche, Theo el hijo pequeño de la familia desaparece. ¿Se ha escapado el niño que apenas sabe caminar de la casa? ¿Ha sido un asesinato? ¿O tal vez han secuestrado al niño? Un misterio sin resolver, pues nunca apareció el cadáver ni hubo secuestradores pidiendo un rescate.
Cornualles 2003. Sadie Sparrow está tomando unas “vacaciones” obligatorias en casa de su abuelo, mientras está siendo objeto de investigación tras haber filtrado información a la prensa en un delicado caso. Sin nada que hacer, en uno de sus paseos con los perros encuentra una misteriosa casa abandonada junto a un lago. Es la casa en la que setenta años antes sucedió ese extraño caso que no tuvo explicación. Intrigada por la casa, conocerá su historia y se verá implicada en la investigación de lo que allí pasó.
Pasado y presente están condenados a cruzarse.
Opinión personal
Hasta ahora nunca había leído nada de Kate Morton aunque sabía el tipo de novelas que publicaba y las buenas críticas que recogía, así que cuando vi que tenía nuevo libro en el mercado no lo dudé y decidí dar ese primer paso para conocer su obra. Debo confesar que en un principio me costó arrancar y creo que en parte se debe a lo denso de su prosa y la cantidad de descripciones que incluye en su narración. Viniendo de novelas con el lenguaje más ligero y más ágil en su desarrollo noté mucho la diferencia al zambullirme en esta historia.
La autora nos tiene preparada en esta novela dos historias protagonizadas por dos mujeres, historias que han tenido lugar con setenta años de diferencia. La primera que conoceremos es la de Alice Edevane, una joven de dieciséis años que rebosa talento y anda inmersa en escribir una novela negra cuando se ve sorprendida por las llamas de un amor prohibido que llama a su puerta. Junto a Alice conoceremos a sus padres y hermanos, y seremos testigos de como una mañana de 1933 que se preveía festiva y alegre acaba tiñéndose de negro con la desaparición del hijo menor de la familia, Theo. La otra historia que convive en este libro es la de Sadie Sparrow, investigadora de Scotland Yard que se ve obligada a tomarse un tiempo de baja de sus funciones cuando sus superiores la apartan de su actividad profesional tras haberse implicado demasiado en un caso. Sadie se traslada a casa de su abuelo para pasar ese periodo de retiro impuesto, -aunque todo apunta a que más que un tiempo es el fin de su carrera- y será allí donde se encuentre por casualidad con los restos de Loanneth, la casa que setenta años antes habitaron los Edevane.
Por lo que he podido leer, en esta novela se repiten signos característicos de las obras anteriores de la autora: personajes muy bien descritos que te permiten conocer a fondo a los protagonistas, ambientación muy detallada que te hace sentirte en medio de los hechos, gran importancia de la familia en general y de las mujeres en particular... 'El último adiós' es, además, una novela que gira en torno a los secretos, secretos que tienen todos sus personajes y se van entrelazando mientras se reconstruye una historia a lo largo de los años.
Lo cierto es que una vez que me metí de lleno en la historia y sentí todos los interrogantes en primera persona comencé a disfrutar de la lectura y a engancharme con la trama a pesar de que al principio me costase coger el ritmo. Conforme avanzaba sentía que quería saber más sobe qué paso y qué nos tenía preparado la autora para atar todos los cabos. Y debo decir que el final me ha decepcionado mucho. No voy a entrar en decir más de la cuenta ni a estropearle a nadie su lectura, pero para mi ha sido un punto y final agridulce que hace que después de todo, esa lectura que consiguió remontar por su propio argumento, acabe por estrellarse en su resolución. No obstante he podido leer en otras reseñas que todos aquellos lectores que comparten mi opinión no dejan de alabar sus obras anteriores, así que, teniendo en cuenta cuanto me ha gustado el desarrollo en si, tendré que recuperar alguno de sus libros previos para conocer a la Kate Morton que todos alaban y que a todos sorprende.
¡Ah! Y no quiero terminar sin decir que no entiendo muy bien el por qué del cambio de título respecto a la edición original del libro, convirtiendo 'La casa del lago', un título mucho más representativo de la historia, en 'El último adiós'. He visto que son muchos los blogs que se hacen eco de esto... ¿Por qué habrá sido?