El anuncio de la discontinuación de la producción del Citroën 2 CV 6 se anunció oficialmente a finales del mes de julio de 1990. De esta forma cesaba la producción de este automóvil utilitario presentado al mundo en el año 1948.
Antes de la Segunda Guerra Mundial se realizaron los primeros prototipos. Para mediados del año 1936 la empresa Automobiles Citroën realizó una investigación, que se trató de una encuesta a 20.000 personas, que pertenecían a todas las clases sociales de Francia.
La idea de la empresa era producir un automóvil popular. Esto se reprodujo en varias naciones europeas y esta idea del auto del pueblo no solo se dio en Alemania. Hubo varios proyectos y prototipos en forma contemporánea. Así es que los primeros prototipos del Citroën 2 CV son en paralelo al Volkswagen KdF.
El tema que por el estallido de la Segunda Guerra Mundial no entró en producción seriada. De tener un motor original refrigerado a agua pasó a ser refrigerado por aire, mediante una turbina, cuando se lo presenta oficialmente en el año 1948.
Los conceptos básicos para el desarrollo del 2 CV fueron los siguientes: el automóvil debía transportar a cuatro personas con sus zuecos, ya que fue pensado como un auto de uso rural, para reemplazar a los vehículos de tracción a sangre. Además de los pasajeros debía poder transportar una bolsa de papas de 50 kilogramos, a 50 kilómetros por hora.
Pero también debía tener la capacidad de atravesar un campo arado con una canasta de huevos en el asiento trasero sin que se rompiera ninguno. Además el interior debía ser lo suficientemente alto para que el conductor llevara puesto su sombrero. Con estas pautas es que nació este raro vehículo que terminó de enamorar a muchos.
Algunos lo consideraron feo y hasta lo compararon a una lata de sardinas. Otros le pusieron de apodo “patito feo”. Lo cierto que el Citroën 2 CV, en todas sus versiones, y en todos los países que se lo fabricó, incluido nuestro país, que tuvo el honor de tener una versión llamada 3 CV, que solo fue para el mercado argentino, fue el primer auto de muchas personas.
Muchos obreros, estudiantes e profesionales independientes lo tuvieron como primer auto. Lo amaron pese a su utilitarismo extremo y lo espartano de su confort o instrumental. Lo cierto que se vendieron unas 6.000.000 de unidades. Pero las ventas fueron cayendo a medida que pasaron las décadas.
Tanto que en el año 1983 se vendieron 26.000 unidades y en el año 1986 habían descendido a 14.000. La planta portuguesa de Mangualde, ubicada a unos 300 kilómetros la norte de Lisboa, solo producía 85 unidades del 2 CV por día. En realidad la última versión fabricada era la que se comercializaba como Citroën 2 CV 6, que es la que corresponde al Citroën 3 CV argentino por la motorización.
Pero supo tener sus días de gloria como en el año 1950, a dos años de su lanzamiento, donde la persona interesada en comprar un 2 CV debía anotarse en una lista de espera de 6 años… Recién luego de transcurrido esos años el propietario podía tener su unidad. La demanda había superado con creces la producción del 2 CV.
Los tiempos cambian, los autos hacen lo mismo y el público también tiene otras preferencias. De ahí que la empresa tuvo que cesar su producción porque ya no era rentable la venta del Citroën 2 CV. Ese número no hacía referencia al caballaje real del motor, sino a una tasa fiscal de Francia. Con ese arancel se estipulaba su precio de venta al público. La fotografía la tomé de la revista Su Auto número 115 del mes de julio de 1990.
Esta nota cuenta con el auspicio de Ariel Battaglia, seguidor de Archivo de autos. Los lectores interesados en auspiciar notas se pueden contactar por mensaje privado, o por mail a [email protected].
Mauricio UldaneEditor de Archivo de autos
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