Como conejo de la chistera, Esclaramonda aparece junto al "Capi", herido de muerte, vinculando la histora con Montsegur, los cátaros y el Grial, del que se dice ella era la guardiana. Parece ser que Esclaramonda de Foix era cátara y estuvo, dice Ricard Ferrándiz (guionista de la aventura), en Montsegur "según la leyenda". Desconozco la fuente usada, aunque es verdad el padre de esta dama era señor de Montsegur, entre otros feudos. Un giro danbrowniano que busca hacer la historia más comercial, pero que a mí me deja estupefacto. Por supuesto, no faltan templarios en esta aventura, metidos con calzador, eso sí. Y es que por ahí van los tiros, señores. Hace ya unos cuantos años que vengo oyendo hablar de la película del "Capi", Thunder Captain parece que se va a llamar: en ella, según algunos rumores, también se trata el tema griálico.
Y como no podía ser de otro modo, en un relato de cátaros, griales y templarios el malvado es un ¡inquisidor! Un ser despreciable, capaz de todo tipo de crueldades, mentiroso, traidor, fanático, que repite cada dos por tres aquel grito que llevó a los cruzados a Tierra Santa: ¡ Dios lo quiere! Difícil sería buscar entre los enemigos clásicos de Trueno, un ser tan despreciable; quizá el malvado Cavallari o el conde Kraffa. Por ello, la carga ideológica de la historia de Ferrándiz, la coloca más cerca de los lances del falangista Roberto Alcázar -pero a la inversa-.
En fin, un Capitán Trueno que mata (con vistosas salpicaduras de sangre), apoya a herejes (pese a su condición de cruzado) y cuyo temperamento es más bien anodino (nunca bromea con sus compañeros), por no decir que aburrido. Y que a nadie se le ocurra que va a gritar aquello de "¡Santiago y cierra España!", como también hacía el Guerrero del Antifaz.
Pese a que siempre preferí a Trueno antes que a El Jabato, tengo que decir que los dos últimos álbumes publicados de este héroe ibero, para conmemorar el 50 aniversario de su aparición ("La hermandad de la espada" (2008) y "El tirano de Rakhum" (2010)) me han gustado más. Y es que como dice José Revilla, guionista e ilustrador de ambos: "El Jabato es así y a los aficionados nos gusta tal cual.[...] Yo jamás traicionaré el espíritu de El Jabato".
Me parece que Ferrándiz podría seguir su ejemplo, y dejarse de gaitas celtas, griales manoseados y cátaros acatarrados.