Año: 1957.
Director: Juan de Orduña.
Reparto:
Sara Montiel (María Luján).
Armando Calvo (Juan Contreras).
Enrique Vera (Pepe Molina).
Julia Martínez (Trini).
Matilde Muñoz Sampedro (Paca).
Premios:
Premio a la mejor actriz del Círculo de Escritores Cinematográficos.
Premio a la mejor película del Sindicato Nacional del Espectáculo.
Curiosidades:
- Uno de los personajes de la película es el Gran Duque Vladimir de Rusia (interpretado por Alfredo Mayo) que, según el guión, es un aristócrata borracho que persigue a María Luján. Resultó que había un auténtico Gran Duque de Rusia con ese nombre, y demandó a la productora por retratarle de manera tan poco favorecedora. El problema se resolvió cuando Cifesa, la distribuidora de la película, acordó pagar al indignado duque una no revelada pero importante cantidad de dinero, quitando del guión toda referencia a Vladimir de Rusia. Todo lo que se oye en la película son referencias al “Gran Duque”, pero sin nombre.
- El guion fue originalmente rechazado por la censura del régimen de Franco. Los censores consideraron la trama inmoral para un católico en la España de la época. Se realizaron varios cambión en el dialogo y al final la censura aceptó la película.
- Toni Fernández, la niña actriz que aparece en una breve escena al principio de la película, es en realidad la sobrina de Sara Montiel.
- Originalmente se pensó en sincronizar los labios de Sara Montiel en las canciones para que las cantara otra cantante. Sin embargo, en el estudio de grabación, la cantante contratada exigió que se le pagase antes por su trabajo y el director se negó. Se solicitó a Sara su presencia en el estudio y grabó todas las canciones en una tarde. La voz de Sara y su estilo terminaron siendo la principal atracción de la película.
- El último cuplé fue la reaparición de Sara Montiel en el cine español, tras una prolongada etapa fuera de nuestras fronteras. Etapa que culminó con tres películas en Hollywood: Veracruz, Serenade (Dos pasiones y un amor) y Run of the Arrow (titulada Yuma en España). Sara rodó ”El último cuplé” en Barcelona durante unas vacaciones, y sin esperar al estreno regresó a Estados Unidos para rodar Yuma, por lo que el éxito del filme español la sorprendió en América.
- El último cuplé se rodó en condiciones muy precarias por la falta de dinero. El proyecto tardó años en reunir financiación, teniendo que suplir con ingenio la escasez del presupuesto: había decorados construidos con cartón y algunos atuendos de la protagonista estaban confeccionados en papel. Sara Montiel, habituada a los generosos medios de los rodajes en México y Hollywood, se alarmó ante tales limitaciones, si bien siguió adelante con un sueldo de 100.000 pesetas. Su marido, el director Anthony Mann, consideró que el filme estaba condenado al fracaso.
- En 38 semanas en cartel la recaudación ascendía a 15 millones de pesetas, cifra colosal en la época, convirtiéndose en todo un récord. Además batió algunos más: mayor recaudación en un fin de semana (479.737 Ptas.), mayor recaudación en un día festivo (100.000 Ptas.) y mayor recaudación en un día laborable (58.000 Ptas.). Solo en Madrid había recaudado 15 millones de pesetas.
El último cuplé, un dramón de esos que tanto gustaban a las mujeres de la época. Se ha convertido en un inmortal del cine clásico español, gracias a canciones que han pasado a la historia de la música española. Preciosidades como “Fumando espero” o “El relicario” se han convertido en temas más que populares.
Gracias a esta película Sara Montiel hizo muchas más películas con una temática similar, convirtiéndose en cantante y publicando discos que la hicieron millonaria. A destacar, sin duda, el que fue el artífice del éxito de la voz de Sara Montiel: Juan Solano, joven pero ya experimentado compositor que se encargó, no sólo de la creación de las canciones sino de conseguir adaptarlas para la particular voz grave de Sara Montiel.
En una época en la que en los teatros se cantaba sin micrófono y era casi obligatorio tener una voz aguda para ser oído, Juan Solano; que compuso innumerables éxitos de la copla para Concha Piquer, Miguel de Molina y Lola Flores, entre otros; fue sin duda el maestro que logró llevar a Sara Montiel a convertirse en “Saritísima”.
Una película para recordar un historia de España que se nos hace lejana, pero que en el fondo es increíblemente cercana.