Gracias a la editorial por el ejemplar. Pueden leer la sinopsis aquí.
El último guardián es una bella sorpresa que me llevé al abrir sus páginas. No solo por sus bellísimas ilustraciones en el interior, sino por una historia llena de amistad, misterio, aprendizaje y amor por los animales.
Emilia es una niña que extraña a su abuelo, que murió hace unos años, y que junto a su padre llevará sus cenizas a algún lugar de España que no solo nunca visitó, sino que tampoco sabía que su abuelo conocía. Se despide de su madre, de la novia de su padre y se embarca en una aventura que incluirá un secuestro, animales que hablan y el descubrimiento de su verdadera naturaleza... y la de su familia.
El último guardián es un libro muy específicamente escrito y editado para niñes (así que si sos une adulte que juzga a les niñes por lo que leen, juira): capítulos cortos que se van alargando de a poquito hacia el final, poca profundidad en muchos temas para no causar una sobrecarga innecesaria, temáticas importantes para esa edad, como amigues, archienemigues (que lo son porque sí, sin una razón coherente para les adultes) y el nacimiento del amor adolescente.
A medida que une va avanzando en la historia se va sorprendiendo de la verdadera profundidad de esta: ya no es solo el hecho de la verdadera naturaleza de Emilia y su familia, sino diferentes corrientes de pensamiento (la eliminación total de les wardjalis, la eliminación total de les humanes...), historia de las especies, diferentes escuelas (Casa de Fieras está en Europa, hay otra en Florida y probablemente algunas más de las que aún no sepamos) y todo un universo aún por descubrir en sus continuaciones.
Y eso es lo más interesante de esta historia, bella por donde se la mire: abre un universo a les lectores hispanohablantes en el que se podrán imaginar siendo parte de la Casa de Fieras, transformándose en un animal y practicando con su entrenador favorito. ¿Le preguntabas a tus amigues qué casa de Hogwarts eran? Ahora vas a poder preguntarles en qué animal se convierten si son wardjalis, o si creen que en el fondo son Wardjas.
No solo es un gran libro para niñes y preadolescentes: es una gran victoria para la literatura hispanohablante y sobre todo, and I can't stress this enough, para la latinoamericana y argentina. Conquistar el mercado de la literatura juvenil y middle grade (o, como mínimo, ser una presencia importante en él) es algo muy difícil e imposible al corto plazo, y quizás al mediano, también, pero de a poquito se ganan batallas que hacen de ese objetivo algo un poco más alcanzable. Hace poco les hablé de Furia de Yamile Saied Méndez y también está el ejemplo de Romina Russell-Garber, dos argentinas que libro a libro se hacen lugar en el mercado estadounidense. Hace poco también comenté sobre cómo Ediciones Urano está sumando autores argentines a su catálogo, como Tiffany Calligaris con Cisne de noche y cristal, Matías G.B. con El guerrero oculto y el mismo Casa de Fieras, un juvenil y dos middle grade.
El último guardián es la primera entrega de Casa de Fieras, una ¿saga? ¿Trilogía? Middle grade que promete crear un mundo muy bello para niñes y no tan niñes, con una autora amorosa que nos presenta sus historias con un estilo especial para niñes y que junto a otros títulos viene a saldar una deuda que tenemos hace mucho: darles a les jóvenes argentines literatura producida por sus pares nacionales. Hay mucha literatura infantil escrita por autores argentines (nunca la suficiente), pero muy poca middle grade y juvenil.
Quizás sea momento para la literatura middle grade y juvenil nacional de hacerse un lugarcito en el mercado... y está claro que libros como este están dando pelea para que eso se haga realidad.