Qué ganas tenía de hablaros de esta novela que tantísimo me ha gustado y eso que tuve mis dudas sobre si leerla o no porque andaba en uno de esos momentos en los que no quería tochos en mi vida, pero afortunadamente obvié su cantidad de páginas y me lancé a por una lectura que prácticamente devoré. Hoy os hablo de El último gudari.
Mi opinión
Corre el año 2005 y conocemos a Alkorta y Reyes, policías nacionales que, tras desarticular un comando en Granada, andan tras la pista de uno de los jefes de ETA huido a Francia, Arrano. Conocemos también a Jone, una de las abogadas habituales de la banda terrorista que últimamente ha empezado a disentir de las directrices marcadas y empieza a apostar por un final de la violencia. Y conocemos a Xabi, concejal de Arrasate al que ETA ha puesto en su punto de mira.
Ellos cuatro son los personajes principales que junto a un amplio elenco de secundarios permiten al autor abordar un espinoso tema desde todos los puntos de vista, dando voz a todos los implicados en un conflicto que tantas heridas, tanto dolor y tantas muertes ha causado. De este modo El último gudari no es solo una novela de acción e incluso un thriller, sino que se convierte en una novela coral en la que los personajes son tanto o más importantes aún que la propia accióny es que a través de ellos, de su cuidada y esmerada caracterización, el lector se impregna no solo del ambiente en ocasiones asfixiante y opresivo, sino también de las motivaciones y los pasos que han llevado a cada uno de ellos al lugar en el que están.
A través de una prosa cuidada y sencilla y un estilo ágil con abundancia de diálogos, José María Nacarino nos mete de lleno en cualquiera de los ambientes y situaciones que narra, y de igual modo vivimos la ansiedad de un concejal amenazado y su familia, cuya vida cambia de la noche a la mañana, pasando de la incredulidad inicial al miedo posterior, como vivimos el día a día de los presos que dentro de la cárcel continúan sometidos a las reglas de la banda y de sus familiares, que en ocasiones se ven abocados a una participación activa muy alejada de sus verdaderas ideas. Y vivimos también la vida de un comando en Francia, la violencia callejera de los jóvenes radicales, la tensión continua de un escolta… No hay aspecto que el autor no haya abordado en una novela tan completa como entretenida.
Solo una pega tengo que poner a esta lectura que sin duda os recomiendo y es que, como le comenté al autor nada más comenzar la lectura, se hubiera agradecido la inclusión de notas para traducir las numerosas palabras en euskera principalmente, pero también en francés. Yo con este último no he tenido especial problema, pero con el euskera… y no, no son palabras sueltas de las que prácticamente conocemos todos o que buscas en un momento en el traductor, sino que en ocasiones son frases completas y en el caso del francés incluso diálogos completos. Siendo El último gudari una novela de lectura muy ágil, su fluidez sin duda se ve ensombrecida cuando a menudo las paradas son continuas a lo largo de un capítulo para realizar una búsqueda y es que no sé vosotros, pero a mí no me gusta perderme ni un detalle.
Por lo demás solo puedo recomendaros que leáis El último gudari, una fantástica novela con la que José María Nacarino nos lleva hasta las calles donde las víctimas son silenciadas y los victimarios aplaudidos, hasta la cultura del silencio. Una lectura que depara momentos de tensión, de dolor y de pura emoción. Magnífico este primer trabajo de un autor al que habrá que seguirle la pista.