"Las deudas son las herencias menos fáciles de cargar. Las deudas no restan como hace la traición, no consumen el cuerpo, sino que suman, se acumulan, hacen notar su peso sobre la espalda. Y todos los años que Clarissa y yo pasamos juntas estuve, siempre, en deuda con ella. Creo que después también, porque las lealtades que se contraen antes de saber lo que significa esa palabra son siempre las más difíciles de romper."
Portada de El último libro de Emma Olsen
Emma Olsen lleva muchos años conviviendo con la culpa. Se ha acostumbrado a esa vieja compañera pero últimamente la tiene más presente que en ningún otro momento. Sabe que es ahora o nunca. Se le acaba el tiempo. O la libera ahora o se calla para siempre. Emma está enferma y se está muriendo, pero aún tiene una última cosa que hacer. Vuelve a Faith, una pequeña población del medio oeste de Estados Unidos, el lugar que la vio nacer y crecer. Únicamente desde allí podrá revivir lo que quiere contar. Emma es escritora y liberará su culpa de la única forma que sabe, escribiendo. Solo la literatura podrá poner nombre a la culpa. El nombre de sus últimas palabras impresas, en cambio, está claro: "El último libro de Emma Olsen"."Todo aquel que ha escrito una novela sabe que contar una historia inventada es el modo más sencillo de acabar hablando de lo que más nos importa, y que cuando tratamos de decir la verdad prescindiendo de las máscaras de la literatura la dosis de mentira es siempre mucho mayor."Berta Dávila es la escritora real que se esconde tras la ficticia Emma Olsen. No debemos olvidarnos de ella a pesar de que el libro esté escrito como si la autora real fuese Olsen, con nota de su editor al inicio y notas del traductor a pie de página. La autora real ha querido hacerlo así me imagino que para darle más verosimilitud a su historia. Personalmente lo considero una mera anécdota, que no aporta demasiado pero que tampoco resta. Lo que sí considero un acierto por su parte, es convertir la ubicación de su historia, Faith, en un personaje más de la novela.
"A mí no me hacía falta, las atenciones de la madre de Clarissa solo me servían para darme cuenta de que no había nadie que comprendiese cómo era yo, cuánto necesitaba los momentos en blanco, cuánto odiaba la colmena que era Faith alrededor de cada uno de sus habitantes. La señora Logan no era como Bill y yo nunca me sentí más sola. Recuerdo que hizo tarta de chocolate.Tal vez por eso, algunos postres tienen para mí el sabor de la premonición."La autora gallega realiza un ejercicio de ambientación impecable. Nos sumerge de inmediato en el provincianismo de esa pequeña ciudad. Con apenas unas pequeñas pinceladas y escenas bien montadas e insertadas en la trama, esboza a sus habitantes de forma concisa y convincente. Los personajes, la mayoría de ellos secundarios, están realmente bien trabajados. Pareciera que la historia de Emma solo pudiera haber transcurrido en Faith y sin embargo, cualquiera que haya vivido en un pueblo o en una pequeña ciudad podría reconocerlo en estas páginas. Me quedo corta, cualquiera que haya vivido bajo una atmósfera asfixiante que no le haya permitido crecer y desarrollarse personalmente, aun habitando en la ciudad más cosmopolita del mundo, podrá reconocer Faith como un lugar propio. Porque lo que nos trae Berta Dávila no es tan solo una historia de culpas y lealtades traicionadas, sino también una historia de búsqueda e iniciación.
"Supongo que fue duro haber visto cómo yo mudaba de piel, cómo me hacía una persona diferente de la que ellos estaban acostumbrados a tratar, de la que ellos eran capaces de querer."
Siamese Twins Shadow(s). Fotografía de Matt Tillet.
Las vidas de los habitantes de Faith son todas parecidas entre sí. No hay mucho que hacer allí aparte de repetir patrones heredados generación tras generación. La vida de Emma Olsen podría haber sido igual a la de su vecina Clarissa, sin embargo sus vidas son imágenes especulares la una de la otra. Emma y Clarissa viven en casas simétricas y sus respectivas familias en parte también lo son. Crecen juntas y son inseparables, juegan a inventar diferentes maneras de morir como vía de escape de su pueblo natal, allá donde va una está la otra. Clarissa tiene una personalidad deslumbrante y avasalladora, y Emma orbita siempre bajo su sombra. Pero las niñas crecen y dejar atrás la infancia implica a veces seguir un camino solitario, romper cadenas para poder avanzar. Faith no perdona a sus habitantes disidentes. Nosotros no nos perdonamos lo que no hemos sido capaces de evitar, aun cuando no tenemos edad para comprender la magnitud de lo que sucede a nuestro alrededor ni mucho menos pues para prever sus consecuencias."Sí, los diecisiete años son la edad en que las cosas se viven intensamente, sobre todo el dolor, los pequeños dolores. A los diecisiete años, en realidad, todos los poemas, sean de quien sean, hablan siempre de una misma."La novela de Berta Dávila se me ha quedado corta. No la historia de Emma, que es la que es y ni le sobra ni le falta nada. Pero tras concluir de leer su testimonio hay personajes que se me han quedado ahí, gritándome al oído, susurrándome otras veces, pugnando por contarme también su historia. Y me he quedado con las ganas de conocer esas subtramas, de seguir tejiendo esa tela de araña invisible que es Faith. Sensación que por otra parte no es un mal indicador, al contrario. Si comento aquí esta impresión es porque es tener ese pensamiento y venirme a la cabeza las novelas de Kate Morton. Lo curioso es que no he tenido reminiscencias de la autora australiana durante ningún momento de la lectura. Supongo que es lo bueno que comparten ambas escritoras lo que la ha traído a mi memoria: la magnífica ambientación y la atmósfera un tanto opresiva, y ese saber jugar con el misterio y mantenerlo hasta (o casi hasta) el final. Sabe la gallega mantener el suspense y azuzarlo cuando es preciso, sin abusar de él y sin permitir que el resto de la novela gire a su alrededor y no nos permita por tanto apreciar sus otras cualidades. El final no es sorprendente ni se basa en ningún giro inesperado, porque vamos encajando piezas y antes de su resolución intuimos más o menos lo que va a pasar. Aun así, la autora no engaña y cumple expectativas.
"Sé que mi padre nunca comprendió bien a Clarissa, quizá sin un motivo concreto, pero con esa intuición certera que tienen los peces para alejarse de la superficie del agua cuando se tira un anzuelo. Lo que ocurre es que al pasar el tiempo, la atracción del cebo es mayor que el recuerdo reciente de la laguna agitada, y por eso aquella pulsera fue recibida por todos como un gesto de verdadera amistad, a pesar de que yo la sentí como una cadena que me ataba a Clarissa y a Faith hasta el día de mi muerte."
El barco y la lluvia. Fotografía de Gaston Ferreyra.
"El último libro de Emma Olsen" es el último que leo de los libros nominados al premio Guillermo de Baskerville al mejor libro independiente organizado por la web literaria Libros Prohibidos y del cual soy miembro del jurado (y el único cuyo idioma original no es el español sino el gallego aunque gracias a la editorial Mar Maior la podemos disfrutar en castellano). Espero que no sea en cambio el último de su autora, que aunque la voz de Emma Olsen se haya apagado la de Berta Dávila aún tenga historias que contarnos. Espero también que no sea este el último de sus libros que llegue a mis manos. Podré comprobar así cómo evoluciona esta autora. Podré constatar así si sus libros son fieles compañeros de vida y si sus historias tienen el mismo poder corrosivo que la culpa. Si te enganchan, te atenazan y se quedan a vivir en ti.Ficha del libro:
Título: El último libro de Emma Olsen
Autor: Berta Dávila
Editorial: Mar Maior
Año de publicación: 2015
Nº de páginas: 112
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Booktrailer: