Revista Cine
Título original:
Wolf Totem (Le dernier loup)
Año:
2015
Fecha de estreno:
24 de Febrero de 1987
Duración:
118 min
País:
China / Francia
Director:
Jean-Jacques Annaud
Reparto:
Shaofeng Feng, Shawn Dou, Ankhnyam Ragchaa, Yin Zhusheng, Basen Zhabu, Baoyingexige
Distribuidora:
Vértigo Films
Quizás no tenga el renombre de otros directores, pero a Jean-Jacques Annaud se le tiene cierto respeto. Películas como En busca del fuego, El nombre de la rosa, El oso, El amante, Siete años en el Tibet o Enemigo a las puertas le han granjeado buena reputación y es por eso que, su película nº 13, El último lobo, no debería pasar desapercibida. Es curioso también que esta última película suya hasta la fecha tenga como mayor capital de procedencia China (de hecho fueron ellos los que fueron a buscar al director para ofrecerle la adaptación de la novela), pues desde su película El amante, censurada en el país asiático, el gobierno chino no guardaba la mejor de las relaciones con el director francés. Parece que este proyecto a servido para hacer las paces, he incluso dice Annaud que prácticamente El último lobo no ha sufrido censura (una escena donde se veían unos pechos), lo que demuestra que hay ganas de cambiar el punto de mira, dentro del gobierno chino.
Pero este no es el único ejemplo de este cambio de política, pues Wolf Totem, la novela autobiográfica de Jiang Rong que adapta la película (un éxito de ventas literario en su país que no se veía desde el Pequeño libro rojo de Mao) habla de la naturaleza y el ser humano, y trae a la palestra el problema principal que tiene China con la contaminación en su país, y que sea precisamente una delegación china la que haya querido hacer un proyecto que pone de relieve la importancia de cuidar el medio ambiente dice mucho de la situación. Y no se han escatimado en gastos, pues unos 30 millones son los que han desembolsado para el proyecto, nada común en las producciones asiáticas estos presupuestos.
Todo esto ha supuesto gran libertad a Annaud para centrar su mirada y llevar a cabo con el corazón un proyecto que le ha llevado 7 años, donde entre medias (dejando tiempo para que los lobos se convirtieran en adultos) rodó otra película, Oro negro. Y es que si había un director capaz de llevar a cabo esta adaptación con el alma y cariño que requería, ese era el francés. Sus trabajos como El oso o Dos hermanos así lo atestiguan. Y que los lobos, prácticamente los verdaderos protagonistas de la película, son auténticos lobos mongoles, una raza de difícil domesticación, lo que aporta más autenticidad a la película. Apenas se han recreado digitalmente los animales, en alguna escena lejana, y es curioso como el 3D se utiliza para enfatizar miradas y sentimientos del animal, ganando terreno en planos cortos sobre todo, suponiendo una utilización bastante inteligente, algo a lo que no nos acostumbran en la mayoría de producciones que lo usan.
Los otros protagonistas, los paisajes de la Mongolia Interior, actualmente amenazados, son captados en todo su esplendor, lo que hace de esta película, aparte de su importancia como mensaje ecologista, una bello retrato muy disfrutable a nivel visual. Si encima eres de aquellos sensibles y cercanos al mundo animal, es posible que algunas escenas de la película te toquen la fibra sensible. El último lobo, la historia real de Chen Zhen, un joven estudiante de Pekín que, en 1969 es enviado por su país a Mongolia interior para el proceso de “reeducación” de las tribus de pastores nómadas. La adaptación será difícil al principio, pero lo que aprenderá allí es algo que jamás habría podido aprender en el centro de Pekín. Una tierna, emocionante y bellísima aventura de un director que graba con el corazón.
7,5/10