Ignacio Hidalgo de Cisneros
Nos situamos en el mes de noviembre de 1938. Hacía poco más de un mes que Gran Bretaña y Francia firmaban con Alemania e Italia el "Acuerdo de Munich", un pacto que eliminó toda posibilidad de intervención de los estados democráticos europeos en la Guerra de España, lo que vino a suponer el abandono de la República Española ante su lucha contra Franco, Mussolini y Hitler. Un pacto nefasto y vergonzante que además supuso la entrega de Checoslovaquia a Hitler.Todos los intentos de Juan Negrín para lograr la colaboración europea frente al fascismo fracasaban, de nada valió que, días antes de la firma del "Acuerdo de Munich", Juan Negrín comunicara a la Sociedad de Naciones la retirada unilateral de los combatientes extranjeros que luchaban voluntariamente al lado de la República.
El 16 de noviembre de 1938 las fuerzas republicanas son derrotadas en la Batalla del Ebro, hacia semanas que se esperaba ese desenlace y Negrín era consciente de ello. Pero el presidente del Gobierno español tenía decidido resistir, una decisión que tomó desde que se hizo cargo de la presidencia en 1937. Negrin confiaba en un giro de 180º en las relaciones de Alemania e Italia con el resto de estados europeos, un giro que podía significar la intervención de Gran Bretaña y Francia en la Guerra de España. En días previos a la derrota en el Ebro, concretamente el 7 de noviembre de 1938, Negrín realiza un pedido de material de guerra a la URSS, pedido que, teniendo en cuenta que en 1939 solo llegó a España un barco con ayuda procedente de la URSS, sería el último de todos los realizados desde 1936.
Según el trabajo "Los marinos de la Flota soviética y la asistencia a la España republicana", del Capitán de Navío M.Monakov y el Teniente Coronel I.Ribalkin, publicado en Revista de Historia Naval. Nº 41 (1993), el mariscal soviético Kliment Voroshílov, Comisario de Defensa de la URSS, recibe el pedido de Negrín, consistente en: Seis patrulleros, doce lanchas torpederas, 100 torpedos de 523 mm., a la par de tanques, aviones y piezas de artillería.
Siguiendo con el trabajo de Monakov/Ribalkin, el general Ignacio Hidalgo de Cisneros, jefe de la Fuerza Aérea Republicana, llega a Moscú en diciembre de 1938 para gestionar el pedido. Voroshilov, el 13 de diciembre, informa a Stalin sobre la posibilidad de suministrar parte del armamento solicitado en los navíos de la compañía "France Navigation", a través de Francia. Se preveía mandar 15 lanchas torpederas, torpedos y otras armas, por un valor total de 55.359.660 dólares. En poco tiempo se hacen a la mar, desde Murmansk a Francia siete cargueros con armamento, pero solo parte de éste pudo salvar la frontera francesa.
Kliment Voroshilov
Durante la guerra tanto el suministro de armas como la asistencia técnico-militar, eran previamente solicitadas a la URSS por el gobierno republicano. Dos voluminosas carpetas con correspondencia del gobierno español dirigida al embajador de la URSS en España, solicitando toda clase de material bélico da una idea cabal de la necesidad de armamento que tenía la república para que pudiera defenderse.Entre la peticiones figura la de consolidar la Marina de Guerra republicana. Así la "Carpeta nº 1 de cartas del Gobierno español" (11 cartas del 16 de diciembre de 1936 hasta el 8 de abril de 1937), firmadas unas por Largo Caballero y otras por Indalecio Prieto, en las que se solicita el envío de 4 submarinos y el personal correspondiente para la formar la tripulación de tres submarinos y 20 lanchas torpederas con 80 torpedos.
Según cifras aproximadas publicadas en diferentes medios, (que deben ser tomadas con las debidas reservas), la ayuda soviética a la República, en lo que a material de guerra se refiere, entregada en puertos republicanos por un total de 66 buques mercantes, alcanzó estas cifras:
Para la Aviación
- 648 aviones de todo tipo
- 110.000 bombas
- 347 carros de combate
- 120 vehículos blindados
- 1.186 cañones
- 340 morteros
- 20.486 ametralladoras
- 497.813 fusiles
- 862 millones de cartuchos
- 3.400.000 proyectiles
- 4 lanchas torpederas
- 400 cargas de profundidad
- 16 cañones navales de 45 mm. con 7019 proyectiles
- 15 estaciones de radio de a bordo
- 3 goniometros
En lo relativo a la asistencia soviética a la Flota Republicana, una de sus peculiaridades consistió en que mientras los tanquistas y pilotos de aviación reciben la formación en la URSS, en el caso de la Flota eran los soviéticos los que se desplazaban a España para llevar a cabo la formación de los marinos españoles. La Flota española requería comandantes de navíos, de torpederos y en primer orden, de submarinos. Imposible era capacitar en el curso de varios meses a quienes carecieran de experiencia en el servicio en submarinos. Por ello, de acuerdo con el gobierno republicano se decidió enviar a España un grupo de submarinistas y torpedistas para designarlos comandantes de tripulaciones españolas y mixtas (española-soviética). Seis submarinistas soviéticos: I.Grachev, V.Egorov, G.Kusmin, S.Lisin, I.Burmistrov y N.Egipkó fueron designados jefes de sendos submarinos de la Flota republicana.
Benito Sacaluga