A mitades del siglo IX los feroces daneses llegaron a tierras británicas, hambrientos de destrucción y conquistas. Reino tras reino fueron cayendo bajo los implacables invasores, pero uno de ellos quedó en pie. Y de repente el destino de toda Inglaterra —y de la historia— dependió de un solo hombre, de un solo rey.(Sinopsis no oficial, está traducida por moi)
Del autor de bestsellers del New York Times Bernard Cornwell llega una conmovedora aventura épica llena de coraje, traición, deber, devoción, majestuosidad, amor y batallas, todo visto a través de los ojos de un joven guerrero atrapado entre dos mundos.
Gracias a Riverside Agency y a SomosBestYa por el ejemplar.
El 2015 terminó nada más ni nada menos con esta joyita, lo que coronó un año que, en perspectiva, fue bastante-muy-bueno.
Cuando en la editorial me dieron el manuscrito (porque sale ahora en febrero, así que empiecen a preparar la billetera a medida que leen esta reseña) estuve medio asustada. Parecía gigante (aunque tiene poco más de 400 páginas), jamás había leído nada del género y, además, ya había (hay) una serie inspirada en esta saga, por lo que pensé que me iba a llenar de spoilers mirara donde mirara.
¿Saben cuál es mi principal preocupación ahora? No tener el segundo ahora mismo. Darme cuenta de que son nueve libros (o al menos eso tengo entendido) y que voy a tener que esperar años y años para poder leerlos todos. Y que Ragnar y Uhtred no sean pareja. Dammit.Esta historia podía tener, para mí, dos grandes destinos a lo largo de mi lectura: terriblemente desastrosa o el descubrimiento de algo nuevo y que me gustara.
Es el primer libro de épica histórica que leo, y jamás había leído algo parecido (ni GoT, que quiero leerlos algún día, ni a Rothfuss, que lo tengo en la biblioteca para leer)... además de que nunca me llevé del todo bien con géneros parecidos, como la épica o el fantasy (este último no taaaan parecido, pero más acorde a la forma de escritura que un contemporáneo, por ejemplo).
Yo soy Uhtred, hijo de Uhtred, y ésta es la historia de una deuda de sangre. Es la historia de cómo recuperaré de mi enemigo lo que la ley dice que es mío.
Este primer acercamiento al género me remontó al principio de una larga saga que narra el surgimiento de Inglaterra como nación (empezando por el año 800yalgo d.C, más o menos) y sus luchas contra los paganos... o vikingos, como solemos decirles nosotros.
Esta onda de los vikingos, moda que (creo) empezó entre nosotros con la serie de Vikings, es algo que no había visto antes. Y probablemente haya mil libros e historias sobre vikingos y épica histórica, claramente no soy nadie para hablar... pero que le interese a una joven (casi digo adolescente... me está pegando fuerte el viejazo) que jamás tocó un solo libro de este género y que encima se convierta en uno de sus favoritos a las pocas páginas es decir algo.
Corría el año 867, y fue la primera vez que partí a la guerra.
Ya no he parado desde entonces.
Los personajes son lo que más amé durante la lectura de estas páginas. Como dije al principio, shippeé a Ragnar y a Uhtred desde que se encontraron por primera vez (no me digan que es un horror y que jamás podría ser, mi mejor amiga básicamente ya cumplió ese rol por ustedes... degenme en pas loko, menos juzgar a Flor y más escribir fanfics :( ), y hace bastante tiempo no shippeaba a gente de libros. Me hizo prestar atención mucho más a lo que decía la historia, tbh.
Inicia jóvenes a tus asesinos antes de que seles desarrolle una conciencia. Inícialos jóvenes y serán letales.
Pero en fin, siguiendo con los personajes... lo cierto es que te encariñás rápido, hasta de los más bobos o malos, y te hacen reír un montón. Los paganos despiertan pasiones y me hicieron amarlos de principio a fin, por más violentos y cortacabezas que fueran.
-Los enemigos nunca tardan en llegar a la vida de un hombre -me dijo-, no hace falta ir a buscarlos.
Además sucede algo que, para ser sincera, sólo le vi a Hayao Miyazaki en las películas que creó/dirigió en el Studio Ghibli: los malos tienen una razón para ser malos; no son malos porque sí. Muchas veces nosotros no los entendemos, pero las razones, si se las buscan, están ahí. Incluso cuando Uhtred pasa de un bando a otro uno entiende por qué, si es que se pone en contexto. ¡Que no te gane lo contemporáneo! Animate a sumergirte en este mundo, dale para adelante y metete en la mente de estos increíbles personajes, tanto ingleses como paganos. No les justifiques todo, pero entendelos.
Lo que me gustó mucho, ya que soy medio sado con estas cosas, es que el autor no tiene escrúpulos para matar. Ninguno está a salvo, todos pueden morir de un momento a otro. Y lo más lindo es que no te lo esperás, porque son tan coherentes cada una de las muertes que vos estás buscando, en realidad, alguna pista que pueda haber dejado el autor (o que se le haya chispoteado) como para estar preparado... y nope. Nada te prepara. Sobre todo para una muerte en particular, que a mí me dolió en lo más profundo del kokoro, pero mejor no digo nada porque si se la van a empezar a imaginar no tiene sentido.
-Lo único que nos pueden enseñar los daneses, earsling -me dijo-, es a palmarla.
Muchos de los que después de leer esta reseña vayan a buscar la saga me van a reclamar porque Flor, esta historia no tiene un punto específico, un objetivo; ¿qué me recomendaste? Pues noppppppe cabeza de salchipapa, no. Buscá más allá, dejate llevar. A mí me costó mucho encontrarlo porque lo empecé pensando que el resultado más básico era el de mostrar el surgimiento de Inglaterra, y me alegra que no haya sido así, porque a la larga me hubiera decepcionado.
En esta primera entrega (y quizás en las próximas, pero ya veremos) se muestra el viaje de Uhtred hacia la venganza, lo cual es en parte una excusa para hablar de la historia inglesa. Son dos vértices que se complementan terriblemente bien, y que se combinan para crear una historia adictiva, llena de sangre y matanzas pero también crecimiento y lazos, tanto entre los personajes como vos con la historia.
Mi guerra era con Odda el Joven, y sabía que me guiaba el orgullo. Los predicadores nos dicen que el orgullo es un gran pecado, pero los predicadores no saben de qué hablan. El orgullo hace al hombre, lo guía, es el muro de escudos que protege su reputación, y los daneses lo entendían. Los hombres mueren, decían, pero el nombre no.
Siento como que esta reseña es redundante y boba, porque no puedo explicar todo lo que este libro generó en mi querido corazoncito. Di vueltas y vueltas, y probablemente, aún así, no les haya dicho ni la mitad de las cosas que pretendo decir.
-Si rozas un arpa -dije-, sólo hace ruido, pero si la tocas suena música.
La posta de la milanesa es que es un libro increíble, con una historia y personajes increíbles, y perfecto para iniciarse en estos géneros de los cuales muchos de nosotros no estamos acostumbrados o estamos un poco reacios a tocar aún teniendo en la mano un palo de veinticinco metros.
Mi arpista hace bien en sonreír cuando canta que soy Uhtred el Generoso, o Uhtred el Vengador, o Uhtred el Hacedor de Viudas, pues es viejo y sabe lo que yo sé, que en realidad soy Uhtred el Solitario. Todos estamos solos y todos buscamos una mano que apretar en la oscuridad. No es el arpa, sino la mano que la toca.
Vayan a la librería, consigan un ejemplar, reséñenlo, compártanlo. Háganselo llegar a la gente, vean la serie, háganlo conocido. Este libro merece todo el amor del mundo; Ragnar, Uhtred y Leofric merecen todos los besos y abrazos que se les puedan dar, y me ofrezco para apachucharlos cuando quieran ♥ (¿?). Pero hablando en serio, no dejen pasar este libro. Sino lo van a leer a los 50 y van a arrepentirse durante mucho tiempo por no haberlo leído antes. No se lo van a perdonar.
Sigo siendo el señor de esas tierras que fueron adquiridas con la sangre de mi familia, y recuperaré esas tierras del hombre que me las robó, y se las entregaré a mis hijos. Pues soy Uhtred, el jarl Uhtred, Uhtred de Bebbanburg, y el destino lo es todo.