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El último superviviente por DaviOne

Publicado el 06 marzo 2018 por Elaltramuz @ElAltramuz
El último superviviente por DaviOne
Hace tiempo que no paso informe y creo que ha llegado el momento. Hoy vengo a pegarme la rajada sobre un programa que siempre me ha desconcertado bastante, pero que hasta hace bien poco no me había dado por profundizar en él. Me sentía un simple espectador ante el show que nos ofrece la producción de Discovery Channel, pero de pronto he sentido la necesidad de comentar ciertas cosas que, como digo, me inquietan en un grado elevado.Por cierto, voy a repetir muchas veces la palabra Bear en este artículo, porque Bear tiene un grado de flipe superior a la media y debe ser mencionado como es debido.
Bear Grylls es el conductor y protagonista absoluto de este programa, que consiste en mostrar técnicas de supervivencia en casos extremos, o lo que es lo mismo: si eres un poco mongolo y te has perdido en la montaña al separarte del grupo creyéndote Sylvester Stallone en Máximo Riesgo. No deja de ser muy diferente a productos, también del mismo canal como Dúo de Supervivientes, que es más o menos lo mismo, pero hoy quiero hablaros de una cosa más concreta: el flipamiento.
El flipamiento es una palabra que no aparece en el diccionario de la RAE, pero que me gusta utilizar en estos casos -la RAE aceptó almóndiga y murciégalo como palabras correctas-.
Pero vamos al grano.
Los créditos iniciales son la antesala de la cantidad de acción que vamos a vivir, como si de una película de Michel Bay se tratara, comienzan a salir escenas confusas y cargadas de adrenalina de Bear saltado por lianas, rocas y volcanes en plena erupción (o algo parecido). Él inicia una locución en la que cuenta quién es, y porqué es el puto amo. Dice que ha pertenecido a las Fuerzas Especiales de Reino Unido, vamos, que es el ejército, pero que suena mucho más a Van Damme. Pero cómo son por allí, que con un militar retirado te hacen un súper programa de supervivencia y en España lo más que hicimos fue esa película de los 90 llamada: Historias de la puta mili, en la que por cierto participó en el guión el Gran Wyoming y actuaba Juan Echanove. ¿Os imagináis un programa de supervivencia con Juan Echanove? Supongo que al ser de buen comer, como nos demostró en Un país para comérselo, lo pasaría un poco mal comiendo todo tipo de mierdas raras que hace el inglés, pero eso vendrá más adelante.
Todo comienza de forma muy alocada, como si hubieras puesto la televisión y estuviera el programa empezado. Ves unas tomas de un helicóptero sobrevolando una zona y aparece Bear en escena apoyado en la puerta de éste y pegando gritos para contar en qué va a consistir su aventura, ya que no se le oye muy bien con el ruido de las hélices. Siempre dice que es muy peligroso y que necesitáis ser tan guay como él para conseguir salir vivos de ese infierno en el que va a adentrarse. De pronto empieza a rezar y hace un salto hacia atrás al vacío mientras suena su propia voz en off diciendo algo así como: "hace años haciendo este mismo salto me partí la columna en tres partes. Esto que estoy haciendo es peligrosísimo". Otras veces es un avión en marcha, en el que tiene que saltar al interior mientras se pega la carrera por una pista de despegue, cosa que tampoco entiendo. Dale emoción, pero no es necesario que se ruede esa escena corriendo hacia la puerta del aeroplano como si fueras Pierce Brosnan al comienzo de GoldenEye. Hay ocasiones en las que le dejan en su destino saltando de una lancha a toda hostia, y algunas salta de un coche en marcha. La verdad, no entiendo tampoco esto último, se supone que si estás en una situación de supervivencia no es porque hayas saltado de un vehículo, excepto que fueras Ortega Lara en 1996 y de camino lo vieras muy claro.

Una vez situado en plena naturaleza, ya sea con mucho frío o mucho calor, comienza a andar con extrañas posturas que no sé si tendrá que ver con algún tipo de técnica militar o qué, pero corre encorvado, como si fuera El Langui estornudando.
De pronto se topa con un obstáculo en su camino, que podría ser un acantilado o una pared rocosa que tiene que atravesar para llegar al otro lado, ya que según los indígenas de la zona, hace quinientos mil millones de años antes de Cristo, y según unas escrituras llegadas de un platillo volador que venía de una galaxia muy muy lejana, el sol indicaba que era por allí por donde tiene que pasar. De pronto, al más puro estilo MacGyver idea una cuerda con algunas lianas y una planta que, además de permitirte atravesar de un extremo a otro aquel acantilado de otro separado por un viejo puente roto, también, si lo chupas, cura la diarrea. Una vez más suena la voz en off: "hace cinco años, unos excursionistas quedaron atrapados en este punto. Uno de ellos se rompió una pierna y no podía moverse, pero gracias a su amigo, que conocía el terreno, pudieron salir vivos". Bear mira a cámara, se sube a la cuerda dando una voltereta mortal hacia atrás, dos flexiones sobre ella y comienza a deslizarse con otra super técnica que le enseñó un amigo suyo antes de morir por fiebre amarilla en una de sus misiones. De verdad que no entiendo por qué no ha aparecido en la saga los Mercenarios. Bear se gusta, está encantado de conocerse y mira de fondo al cámara indicándole que, si puede, haga lo mismo para pasar. El técnico lo hace sin flipadas. Pasa, cámara incluida al hombro y no se lleva ningún mérito, cosa que a mí me parece muy desconsiderada, ya que este hombre lo ha pasado peor que Bear. Tengo que reconocer que a mí me encantaría tener también esa flipada en la cabeza que tiene Bear.
Otra cosa que le mola mucho es comer mierdas, en ocasiones innecesarias. Al igual que también me lo parece ver como se carga a un animalillo para mostrar cómo se lo come para sobrevivir. Yo no soy vegetariano ni vegano, pero una cosa es que coma carne y otra que me guste ver cómo lo matan. Quizá esto sea hipócrita por mi parte, pero es así. Hay veces que le da por las larvas de insectos, y si es más grande y repugnante mejor, todo sea por el Showtime. En un capítulo se encontró con una mierda de oso -literal-, empezó a rebuscar entre ella y localizó trozos de manzana no digerida por el animal, las frotó, derramó un poco de agua por encima para "limpiarlo" y se las mete a la boca sin dudarlo. Entiendo que a los tres días lo hagas, pero tío, que acababas de caer del helicóptero. Otro manjar para Bear, es su propia orina que, no contento con meterla en la piel de una serpiente como recipiente para ser ingerida más tarde en el caluroso desierto, también le gusta mearse en el turbante para refrescarse la cara. Eso no es tan desagradable, pero sí comienza a serlo cuando pide que con una cámara térmica le enfoquen en la cara para ver las zonas que están más frescas gracias a la orina que con esa preciosa auto-lluvia amarilla ha derramado por su tez.El último superviviente por DaviOne
Una vez se pasó de listo y fue a robar la miel de un panal de abejas y le dejaron la cara como a Gary Oldman en la película Hannibal.
El último superviviente por DaviOne
Al caer la noche le gusta hacerse su refugio en el que pasar la noche, aunque algo me dice que debe tener una tienda Quechua escondida por alguna parte. Con una barra de magnesio hace fuego la mayoría de las veces, y a mí me decepciona porque aunque a veces lo hace a la vieja usanza, es decir: con la técnica del frotamiento, no lo hace siempre. Como si todos llevásemos un pedernal en el bolsillo para hacer fuego. Cuando se supone que debería llevar un rato dormido, se enfoca la cara con la visión nocturna de la cámara diciendo que ha oído un ruido, que hay muchos depredadores cerca, que tiene el estómago suelto o qué putada que llueva toda la noche. Cualquier cosa para darle salsa al programa.
Finalmente se suele comer un revuelto de insectos antes de ser rescatado. La escena no es para nada premeditada, y se nota que todo es fruto de su esfuerzo en que lo encuentren. La cámara del interior del vehículo que lo rescata no delata que forma parte de un guión, es un hecho fortuito. De pronto Bear corre como alma que lleva el diablo, y nuevamente se encorba en esa postura de la que os hablaba antes, pero en esta ocasión a toda velocidad, como un pelo cenicero saliendo del baño en una discoteca. Al fondo no se ve nada, pero ha encontrado el transporte que lo sacará de allí. En una ocasión que tuvo que coger un tren (el Transiberiano si mal no recuerdo). Bear consiguió subir, pero no entendí por qué el cámara se quedó mirándole desde la lejanía. El superviviente se alejaba y dejaba atrás a su compañero que no perdía por nada del mundo un gran plano de Bear salvándose mientras dejaba a su suerte al pobre operario.

No eres un héroe, Bear. Eres un flipado.
BONUS TRACK
Existió un videojuego para smartphone llamado "Survival Run with Bear Grylls" que él como protagonista. Por supuesto, era una flipada en toda regla.

También guarda un extraño parecido con el menda de Lazy Town.
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