EL ULTIMO VERANO DE LA BOYITA (Julia Solomonoff, 2009)

En su primera película, Hermanasdel 2005, Julia Solomonoff había demostrado una sensibilidad particular, una especie de sexto sentido cinematográfico para detectar esos pliegues tenues, secretos y decisivos de los que están hechas las relaciones familiares. Esa sensibilidad está intacta en su segundo largo, El último verano de la Boyita, pero su foco ha cambiado, lo que Solomonoff filma, ahora, es el fin de la inocencia, ese umbral sutil, a menudo imperceptible, en el que el mundo (un mundo desconocido y brutal que no pide permiso para imponerse) hace temblar todas las ilusiones de la infancia.Su protagonista, Jorgelina, hace equilibrio como puede en ese terreno resbaladizo. Está en una edad crítica, es fanática de la sesión “aparatos reproductores” de los manuales de anatomía; pero su hermana mayor la deja afuera de todos los programas. Es demasiado grande para dejarse engañar y demasiado chica para entender todo lo que quiere saber.  En cierto modo es una pequeña paria, alguien incómodo, sin lugar que busca, básicamente, saber quien es.Empezará a saberlo ese verano, El último verano de la Boyita, un verano que pasa en el campo, con su padre, y donde conoce a Mario (un peoncito más o menos de su edad) suerte de álter ego que carga con su propio Karma personal. La vida de campo puede explicar su timidez, sus pocas palabras pero no su pudor, que es casi enfermizo. El secreto de ese pudor está en su cuerpo y Jorgelina será la primera en intuirlo.No soy normal, le confiesa Mario en un momento de franqueza. Yo tampoco, dice Jorgelina. Ahí, en el modo en que esos dos pequeños desclasados se descubren, se reconocen y se vuelven cómplices descansa la fuerza sutil, la potencia como asordinada de El último verano de la Boyita, una película que despliega los fantasmas de una edad traumática, sin énfasis ni golpes bajos, con el tono justo de una mirada, a la vez empática y precisa, capaz de ver lo invisible y hacer oír todo lo que se oculta detrás de las palabras.

Presentación realizada por Alan Pauls el 22 de diciembre de 2010 en el ciclo Cine independiente argentino en Primer Plano I.Sat.Transcripción del siguiente enlace audiovisual: https://vimeo.com/17760866