El undécimo mandamiento

Media Columna de Jorge Morelli. 
(Blog de Jorge Morelli). 
EL UNDÉCIMO MANDAMIENTO. 

Las minas están adelantando beneficios a las comunidades antes de iniciar la explotación de los recursos. “Hay un antes y un después de Conga”, dijo ayer en la Convención Minera un presidente regional.

Esa participación puede tomar la forma de la propiedad de un 5 por ciento de las acciones, como entre la comunidad de Ollachea y la minera IRL en Carabaya, Puno, o la forma de un porcentaje de las utilidades, como en las comunidades de Conchucos y la mina Magistral, en Ancash. También la forma de pago de dinero: Magistral abonó 10 mil dólares a cada uno de tres mil comuneros de Conchucos.

A lo largo y ancho del Perú el libre contrato entre las comunidades y las minas está funcionando. Conga debería ir por el mismo camino. Pero los radicales antimineros ya preparan la batalla final en Conga. Hay que derrotarlos poniendo al pueblo de nuestro lado, como derrotamos al terrorismo veinte años atrás.

No hay ya ningún debate sobre el “modelo” económico en el Perú. El discurso del vocero parlamentario de Fuerza Popular, Julio Gagó, por el 191° Aniversario del Congreso lo señalaba de este modo: “Esta nueva nación cuya reconstrucción emprendimos hace 20 años escuchando al pueblo, llegando hasta los confines del territorio, llevando educación y salud, inversión y empleo, seguridad y pacificación, es hoy patrimonio de todos los peruanos y no solo de las tiendas políticas a las que nos cupo el orgullo de representar al pueblo en aquellas horas oscuras de la lucha contra el terror. Hoy, todos coincidimos en la misma orilla y no importa quiénes estuvimos allí primero. Podemos decir que la victoria de los peruanos es tan vasta y fundamental que no hay quien la reclame para sí, porque no hay quien no la comparta”.

En suma, el debate ha terminado en el Perú. Todo está dicho. El diálogo no es sino reiterativo. Incluso la próxima ronda de “debates técnicos”, que ya se anuncia. Es el momento de la decisión política, la hora de hacer, no de hablar.

Lo que el gobierno tiene que hacer es echar a andar una política pública que facilite el libre contrato entre las comunidades y las minas rodeándolo de garatías . E impedir, sin falsos escrúpulos, que el radicalismo antiminero frustre el legítimo anhelo de los comuneros. Hecho eso, todo lo que el Estado tiene que hacer es respetar escrupulosamente el undécimo mandamiento: no estorbar a las comunidades.

FUENTE: BLOG DE JORGE MORELLI. http://www.expreso.com.pe/blogs/jorge-morelli