Tanto para creyentes como para agnósticos e incluso escépticos, los mandamientos y otras disposiciones tienen tendencia a adoptar forma de decálogo, sin embargo en ocasiones podríamos añadir otros preceptos como puede ser el “no hacer leña del árbol caído”.
Claro que esta doctrina debería aplicarse a los árboles caídos y por tanto parecería que permite la opinión y la crítica cuando el árbol todavía está en pie.
En relación a las listas de espera listas de espera, comentarios como que la demanda es infinita, las listas consustanciales al sistema público, el 15% de los incluidos en lista al final no se operan…etc no deberían ser razones que justifiquen la evolución manifiestamente mejorable de algunos indicadores.
Mas bien al contrario, debería llevarnos a reflexionar y corregir supuestos errores o ineficacias.
Pero las razones, aun reconociendo el tremendo esfuerzo de todos por mejorar, cuando no están bien asentadas o se mantienen durante años solo interrumpidas en periodos preelectorales, no son razones, que son excusas