Cuando recibieron la petición pensaron que se trataba de uno de los españoles que lucharon en la División Azul o La Nueve de los republicanos españoles que liberaron París. Pero no, el había luchado junto a los norteamericanos y desembarco el 6 de junio de 1944 en las playas de Normandía.
Manuel Otero eran un joven de 20 años cuando estalló la Guerra Civil Española y a él le tocó en el lado republicano mientras su familia estaba en el lado de los alzados. Participó en la batalla de Brunete (Madrid). Cayó prisionero y fue encarcelado en Barcelona. Tras salir de la cárcel, gracias a la ayuda de su familia, se marchó a Estados Unidos y se afinco en Nueva York, donde montó un negocio. Para conseguir la nacionalidad estadounidense, se alistó de forma voluntaria en el Ejército, donde debía permanecer al menos seis meses para ser ciudadano americano. Tres días después de alistarse en el ejército los japoneses atacaron la base estadounidense de Pearl Harbour.
Tras realizar instrucción en EEUU, fue destinado a Gran Bretaña, en el 16º regimiento de la 1ª División de Infantería, la "Big Red One", donde pasó casi un año realizando todo tipo de entrenamientos secretos para la preparación del Día D.
En la madrugada del 6 de junio de 1944 desembarcó en el sector G de la Playa de Omaha, durante la primera oleada. La marea estaba muy baja y había que recorrer una gran distancia hasta las dunas que proporcionaban algo de refugio ante la ametralladoras alemanas. A diferencia, por ejemplo, de las playas Juno y Gold de los británicos, los alemanes habían instalado muy buenas defensas en la playa de Omaha. Había minas, un gran número de obstáculos y gran cantidad de búnkers y casamatas. En la unidad de Otero cayeron el 70% de los infantes, sólo en la arena de esa playa, entre ellos Manuel Otero.
Monumento a la Big Red One en la Playa de Omaha
Recibió la Medalla con la Cruz Púrpura, que guarda su única hermana viva. Tras afianzar los aliados la cabeza de playa fue enterrado en el cementerio de San Lorenzo en Normandía, junto a otros 6.000 soldados. Pero el padre de Manuel Otero se puso en contacto con la embajada y el consulado norteamericano para recuperar los restos de su hijo y tras varios años lo pudo enterrar en el cementerio de la parroquia de Outes.El párroco de Outes escribió en el certificado:
Ha sido enterrado por soldados del ejército norteamericano con todos los honores.
18 de septiembre de 1948.
El pasado 6 de junio la Asociación Histórico Cultural The Royal Green Jackets le rindió homenaje frente a su tumba del cementerio de su pueblo natal.
Fuente:
El Faro de Vigo
Público